Aquel escaparate despertaba pura pasión a los ojos de miles de niños para quienes la bicicleta era, por encima de todas las cosas, el sueño de su vida. Luego crecieron y la vieja novia quedó arrinconada en el rincón de las telarañas del trastero. Pero vino otra generación de niños, y otra más, y así Ciclos Zubero, el comercio de bicicletas más antiguo de Bilbao, ha cumplido 35 años con el mismo vigor que entonces. Recuerda Luis Zubero que incluso antes en ese mismo lugar anidaba una tienda de bicicletas de nombre impreciso ("creo que se llamaba Morales" puntualiza Luis...), donde hicieron nombre las históricas Orbea en aquella versión ¡con motor! que se llamaban las velosolex.
Poco de aquel tiempo resiste en la memoria. Caen al ritmo de las vertiginosas vueltas que da la vida. Y, sin embargo, la tienda de Zubero sigue despertando admiración, esa rayo de luz que se enciende en los ojos de quien mira a través de su escaparate, allá en la calle Diputación. Ayer volvió a brillar en la puesta de largo de su enésima renovación. A la cita acudieron ciclistas como Igor Anton, Iñigo Cuesta, David Etxebarria o Mikel Artetxe; Ricardo Gomeza, enamorado perdido de la tienda "con más prestigio de la cornisa cantábrica"; los hijos de Luis, Dorleta y Julen Zubero ("a ver si me jubilan de una santa vez", mascullaba entre dientes su padre. No dijo "santa vez", pero ustedes ya me entienden); Fernando Manrique, los pequeños Eneko y Galder Leiza, Andoni Aza, Octavio Santos, Pedro Urkijo o la triatleta Virginia Berasategi entre otros.
Entre bicicletas de paseo o prestar para el sprint; entre monturas propias para el mountain bike y todo tipo de accesorios, se movieron los invitados a la presentación. Tampoco se perdieron el encuentro Josune Etxaniz, Asun Leoz, Gorka Etxaniz, Gorka Olazabal, Gabriel Otazua, Mikel Elejalde y una legión de paseantes que, dándose de bruces con la celebración, decidieron alistarse. Ellos también pedalearon algún que otro día.