En el nombre de los tiburones
Getxo Aquarium celebra el cuarto aniversario de sus alitanes con un concurso para nombrar a los ejemplares
PRESENTAN un cierto aire felino con un avance ágil y sigiloso. Su presencia no pasa desapercibida entre el público por la aureola de sus parientes mayores, los grandes tiburones que dominan con fiereza implacable los mares del mundo. Getxo Aquarium potenciará este mes la visibilidad de los ejemplares de su colección más admirada, los tres alitanes, con un concurso para que los espectadores puedan decidir sus nombres.
La iniciativa supondrá el colofón a la fiesta de su cuarto cumpleaños que se celebrará este sábado con un pastel de marisco, su comida favorita. El centro getxotarra recurrirá por primera vez a una tradición extendida entre los acuarios, que nombran a sus ejemplares más atractivos. "El nombre hace que la gente coja cariño a los peces porque les identifican", descubre el director, Javier Sainz.
Los tres alitanes se han revelado desde su irrupción hace 4 años como uno de los grandes atractivos del acuario. Esta especie permite a Getxo Aquarium cumplir con uno de sus objetivos mostrando la diversidad de los ecosistemas marinos. La colección contrapone la imponente figura del gran tiburón con esta especie de tamaño limitado y escasa ferocidad.
Inofensivo para los humanos, los alitanes merodean los fondos marinos en superficies pocos profundas para sorprender a sus presas favoritas, los camarones. Lo cierto es que su impacto entre los humanos es radicalmente diferente al de los tiburones grandes.
En caso de coincidir con bañistas huyen sigilosamente sin dejar rastro alguno del pánico que desatan los escualos más temibles. Curiosamente, su presencia es más habitual de lo que sospecha la mayoría, porque las costas vizcaínas forman parte de su hábitat natural.
Los alitanes muestran una imagen inusual con un lomo moteado que les asemeja a los leopardos terrestres. Su cuerpo estilizado tampoco se corresponde al estereotipo del depredador acuático. Sin embargo, su capa inferior blanquecina genera la inquietud de los ejemplares mayores con su boca marcada y su mirada gélida.
La mística de los escualos proporciona a los alitanes un atractivo inigualable para el resto de especies del acuario, la mayoría difícilmente identificables por el público general. "La gente se para delante y no deja de mirarles. Son ágiles y rápidos y realizan giros vertiginosos que les proporciona una sensación de animal agresivo", describe el director.
A sus 4 años de edad, los tres ejemplares han alcanzado la etapa de juventud con 70 centímetros, la mitad de su tamaño adulto. Lo más interesante para el acuario es que el trío ya es activo sexualmente y puede reproducir nuevos ejemplares. De ser así, los alitanes reproducirían su propia historia en el acuario, donde han sido expuestos desde su gestación en el interior del huevo. Este grupo de peces ha sido el más seguido de todo el acuario al emular el fenómeno de Gran Hermano, ya que su nacimiento y posterior desarrollo ha sido recogido a través de numerosas grabaciones de vídeo y fotografías.
"Son nuestras especies más mediáticas", confirma Sainz. De hecho, los embriones llegaron a Getxo tras una puesta natural de sus progenitores en otro acuario.