Barrika. A punto de cumplir un siglo de existencia, la Residencia Elorduy para personas mayores acaba de completar la mayor obra de reforma llevada a cabo desde su construcción en 1914. La salida de las hermanas de La Caridad que cuidaban de los residentes en 2009, fue el detonante de la reforma integral desarrollada por espacio de dos años y por valor de millón y medio de euros.

La residencia da servicio preferente a los vecinos de Barrika, Gorliz, Urduliz, Sopelana y Plentzia, pero también a los del resto de los municipios vizcainos. Con capacidad para albergar a 97 personas, en la actualidad tiene 82 residentes, la mayoría de los cuales tiene algún tipo de dependencia.

La rehabilitación del edificio ha afectado fundamentalmente a la planta baja, donde se han habilitado nuevas habitaciones. El proyecto de mejora ha incluido, además, la creación de una ermita en la parte exterior de las instalaciones.

"La obra llevada a cabo ha supuesto un mayor desembolso al previsto inicialmente debido a que a medida que se acometían las obras iban surgiendo necesidades no contempladas inicialmente", relató la directora de la residencia, Susana García. Hacía en este sentido referencia al tipo de construcción

"Esta reforma se ha podido llevar a cabo gracias a las donaciones en mayor parte de la Fundación Belrespiro, con sede en Algorta y cuya fundadora fue Regina Soltura", informaron sus gestores. "La actividad principal de esta organización es la ayuda económica, de gestión y asistencia a instituciones benéficas legalmente constituidas y que tienen como misión el cuidado y atención de ancianos faltos de recursos con necesidad de un hogar", concluyeron.