En estos tiempos tan delicados para el sector financiero parece una utopía plantearse la posibilidad de expandir los horizontes. Pero debe ser así si se trata del "mayor banco directo del mundo", tal y como se denomina ING Direct, la entidad bancaria que ayer inauguró su nueva oficina en Bilbao, ubicada en la calle Alameda Mazarredo nº 7, una nueva sucursal que forma parte del plan de apertura de 25 oficinas propias en las principales ciudades del Estado que la entidad está llevando a cabo en 2011.

"Por qué hemos adoptado esta estrategia?" Esta fue la pregunta que formuló ante los asistentes Daniel Llanos, director de la Red de Oficinas en España, para renglón seguido dar respuesta a la incógnita. "Porque queremos evolucionar hacia un banco completo, porque queremos seguir siendo un banco tan recomendado y porque tenemos el suficiente tamaño para llevarlo a cabo", expuso durante su interlocución.

Innovadora y pensada "para ofrecer la mejor experiencia", esta entidad financiera de origen holandés, conocida mundialmente porque hace "fresh banking" y por su color corporativo orange, cuenta con 88.000 clientes y gestiona fondos por más de 1.000 millones de euros en Euskadi. "ING Direct crece en tiempos de crisis", apuntó Llanos.

Uno de los aspectos más destacables de este nueva sucursal es su espacio diáfano y "transparente", este último uno de los detalles en los que incidió Llanos, además de la multitud de nuevas tecnologías con las que se ha dotado a la nueva oficina (gestor automático de turnos, terminales con conexión a internet, mesas circulares, pantallas...).

Y es que para la entidad financiera, que se enorgullece al decir que son "el banco más recomendado y el mejor valorado por cuarto año consecutivo", desterrar la mala imagen que persigue a los bancos en estos tiempos y ganar la confianza de los clientes es el pan de cada día. Porque una vez sembrado es difícil recoger. Y como dijo el célebre escritor y periodista estadounidense, Mark Twain: Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover.

Por eso, en ING Direct mantienen una filosofía muy particular, tal y como señalan en su manifiesto. Su máxima: no serás un cliente más. Ni yo un banco más. La especialidad de la casa es precisamente eso, hacer sentir especiales a sus clientes. Yo reduzco costes. Tú ganas más. Sin duda, el mayor punto de reclamo, porque poderoso caballero es don dinero. Doy más. Pido menos. Lo que todo ciudadano desea de su Gobierno. Lo bueno, si simple, tres veces bueno. Un concepto revolucionario que ha dejado a la altura del betún al ya obsoleto y picaresco: lo breve, si bueno, dos veces bueno.

Y qué decir de la necesidad de convertirse en un experto en conceptos técnicos, ¡olvídate de negociar! Aquí no hace falta. Entra. Sal. Coge. Deja. El dueño de tu dinero eres tú. Así de fácil. Olvídense pues de Torrente Ballester y su: cuando hay dinero por medio es muy difícil la libertad.

De todas estas historias se llenó la ceremonia de apertura a la que no faltaron Marta Ajuria Arribas, concejala delegada de Economía y Hacienda, Miguel Ángel Fernández, subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Lucía Fernández Fernández, coordinadora de ADICAE Euskadi y miembro de la Junta Directiva, Begoña de la Cruz, de la agrupación de comerciantes de Santutxu, Julia Diéguez, presidenta de Deusto Bizirik, Werner Zippold, director de operaciones y tecnología de ING Direct, Koldo Nabaskues, presidente de EKA/OCUV (Organización de Consumidores y Usuarios Vasca), Mª Carmen Gutiérrez Ruiz, presidenta de SECOT, Ramón Múgica Alcorta, notario que acudió acompañado de su esposa Marta Lecuona, Mª Paz Cobielles Martín, presidenta de ASCOFA, asociación familiar para la orientación del consumo de Euskadi que fue junto a la vicepresidenta Porfiria del Río y Amaia Nos Uriarte, miembro de la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones vecinales de Bilbao, además del equipo de profesionales de la entidad bancaria.

Por último, si creen que con esto, se cierra el telón, se equivocan porque: ¿Lo hemos hecho todo? No. Acabamos de empezar...