Barakaldo

Las calles de Barakaldo se llenaron ayer de músicos enfundados en trajes de terciopelo. Capas engalanadas con escudos de diferentes ciudades y países. Guitarras, acordes y cánticos que hablaban de claveles, lunares junto a la boca, de lo sola que se queda la universidad de Fonseca o de una tal Adelita... Los tunos rondaron por la noche a la localidad fabril, como aperitivo a la doceava edición del Certamen Internacional de Tunas, organizado por la Estudiantina Trueba de Barakaldo, que reúne en la jornada de hoy a tunas de Jaén, Córdoba, Barcelona, Francia y Portugal en el Teatro Barakaldo, donde se batirán para conseguir la txapela que distinguirá a los campeones.

Los estudiantes llenaron Zaballa, que se convirtió en el escenario de las rondas tuneras dirigidas a los padrinos del certamen, que no perdían detalle desde una de las ventanas de la calle. La Estudiantina Trueba fue la primera en romper el hielo, a la que siguieron las cinco tunas invitadas. "Queremos llenar de ambiente y alegría la calles", explicaba Eneko Neira, jefe de la agrupación baracaldesa que fue fundada en 1994 por Pablo Lara.

Doce certámenes ya han pasado por la localidad fabril, organizados todos ellos por los estudiantes del instituto Trueba, que ponen dinero de su bolsillo para costear los gastos -rondarán los 6.000 euros para alojamiento y comida de sus invitados-. El espectáculo se trasladará hoy, a las 20.30 horas, al escenario del Teatro Barakaldo donde mostrarán al público asistente -la entrada cuesta 5 euros-, sus últimas canciones.

Y es que en su repertorio no solo caben Clavelitos, Cielito Lindo o Fonseca. "Vamos cambiando el temario y cantamos muchas cosas más como habaneras, corridos, boleros de Los Panchos, de Maná, de El Cigala...", comentaba Eneko. La de Barakaldo es la única tuna de Ezkerraldea. "No hay mucha tradición tunera por aquí", dice el joven, que comenzó en la tuna con 14 años "porque te da la oportunidad de viajar, conocer gente, cantar...". Sin embargo, el número de integrantes del grupo ha descendido en lo últimos años pasando de la veintena a un 15 tunos. "No es necesario saber cantar o tocar un instrumento, nosotros aquí les enseñamos a hacer de todo", adelantaba Eneko.

Además, la Estudiantina Trueba tiene otra singularidad. Es de las pocas, "poquísimas" tunas mixtas. "Hay mucha gente que no nos considera tuna como tal porque, en primer lugar no somos universitarios y, en segundo, somos un grupo mixto, cuando las tunas suelen estar compuestas sólo por hombres", explica. Y esa singularidad les hace sentirse "orgullosos". "Para nosotros es mucho más difícil buscar las voces y las entonaciones siendo mujeres y hombres, por eso nos gusta más aún ser mixta", puntualizaba el jefe de la tuna.

La clave del éxito A pesar del paso de los años, lo que nunca desciende es el imán que desprenden las tunas con el público. Tienen éxito. Animan. "Esa es la clave de su éxito. Interpretamos canciones conocidas para todo el mundo, que te hacen volver a otras épocas, disfrutar, cantar...", apuntaba Eneko.

En el espectáculo de esta tarde en el Teatro Barakaldo se podrán contemplar las diferencias entre las tunas estatales y las internacionales ya que dos de ellas han viajado desde Francia y Portugal. "Se nota mucho la diferencia. En esos países pertenecer a una tuna es algo especial, algo diferente, así que lo viven como un auténtico espectáculo. Además, visten de manera diferente. No llevan terciopelo como aquí, ellos visten un traje de estudiante, que es como le llaman, y una paca por encima. Los ritmos de sus canciones también son muy singulares", describía.

Las cinco tunas se batirán ante un jurado experto, procedente del mundo de la música y la tuna, para alzarse con la txapela bordada con el nombre del certamen que identificará al ganador. Pero lo importante no es ganar. "Nuestro objetivo es conocer gente y dar a conocer Barakaldo y su entorno. Vamos a llenar la cuidad de música, vida y movimiento", sentenciaba Eneko entre ronda y ronda.