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Las mujeres de Abadiño se hacen oír a golpe de tambor

Once mujeres asisten a un taller de batucada en las escuelas de Zelaieta

Las mujeres de Abadiño se hacen oír a golpe de tambor

Abadiño

Si un lunes por la tarde se dan un paseo por la zona de Abadiño y de repente empiezan a escuchar tambores, no se asusten, porque no significa que les persiga una tribu de indios ni que haya estallado la guerra. Tampoco se emocionen demasiado, porque no se trata de que hayan tenido la suerte de teletransportarse al carnaval de Río de Janeiro y se encuentran en medio del sambódromo. Lo que realmente ocurre es que están percibiendo los sonidos de una batucada. Y es que desde principios de mayo, cada lunes, un grupo de once mujeres asiste a un taller de batucada organizado por el Área de Igualdad del Ayuntamiento abadiñarra. A partir de las seis y media, a lo largo de dos horas, el patio de las escuelas de Zelaieta se transforma en un alegre escenario en el que reinan los animados ritmos afrocaribeños.

Aunque el propósito más evidente es el de aprender a manejar los instrumentos de percusión propios de este estilo musical proveniente de la samba brasileña, existe un objetivo más profundo e importante, ofrecer a las mujeres la oportunidad de fortalecer su papel dentro de la sociedad. "Es una forma de que las mujeres se relacionen entre sí mediante un elemento que les gusta a todas, la música", explica Francy Fonseca Linares, monitora del curso, quien además reconoce que "la intención es formar un grupo de amigas, que adquieran valor para presentarse en público y tomar las riendas de su vida, no solamente de un instrumento".

Clases intensas Las clases comienzan a media tarde, momento en el que arrancan dos horas muy intensas, ya que están tratando de aprender muchas cosas en muy poco tiempo. Tras realizar los ejercicios de estiramiento, cada alumna se aferra a su instrumento y empiezan a ensayar.

El sonido de los tamboriles, zurdos, repeniques, platinelas y jagogos, conjuntado de una manera armónica, crea un ambiente festivo, que es capaz de poner a mover el esqueleto a cualquiera que pase por la zona. "Tenemos un grupo muy bueno, con mucho oído musical, y ganas de aprender. Además, están muy volcadas, y para no haberlo hecho antes lo hacen muy bien", apunta la monitora, que también destaca que "se intenta generar buen rollo, que no haya estrés ni impotencia, porque tocar ritmos de percusión no es nada fácil". Y es que el objetivo no es formar estrellas para el mundo de la música, sino ofrecer otra alternativa de ocio a las mujeres de toda la comarca.

La intención es que una vez que acabe el curso el taller siga adelante y tengan la oportunidad de seguir disfrutando de esta actividad. Además, para que todo el trabajo realizado no sea en vano y puedan mostrar a sus vecinos las numerosas canciones que han aprendido, ofrecerán un concierto el 28 de junio, dentro de los actos conmemorativos del Día de la liberación Gay, Lesbiana y Transexual, en la Plaza Txanporta de Abadiño. Para ello, será imprescindible que dejen a un lado la timidez. "Una vez que reciban todos los aplausos del público, las chicas querrán estar en todos los meneos y saraos que haya por ahí", bromea Fonseca.

Con ritmo A las alumnas no les disgusta la idea. De hecho, reconocen que "hemos aprendido mucho, y sobre todo, nos hemos dado cuenta de que tenemos ritmo", comentan entre risas. Además, la mayoría de ellas confiesa que en cuanto se enteraron de la existencia de este taller de batucada no dudaron en correr a apuntarse. "Cada vez que veía una batucada en fiestas me llamaba mucho la atención y me entraban ganas de apuntarme", reconoce una de las alumnas. Y es que este taller, además de para crecer musicalmente, sirve para pasar dos horas agradables y divertidas en compañía de otras mujeres de la zona. " Conoces a gente nueva y te olvidas por un momento de los problemas", explica otra alumna, recién terminada la clase.

Es la primera vez que estas mujeres se adentran en el mundo de la batucada, pero la experiencia les ha servido para saber que eso de la música no se les da tan mal.