Que un café puede dar para mucho es algo sobre lo que no cabe duda. Es una buena excusa para pasar un rato en compañía de un amigo, refugiarse de un chaparrón o hacer un paréntesis tras una dura jornada de trabajo. Sin embargo, ahora tomarse un café puede convertirse en toda una lección de historia o, cuando menos, en una oportunidad de saber más sobre algunas curiosidades que, muchas veces, no aparecen recogidas en los libros de historia.
Por ejemplo, ¿sabían que la fundación de Durango se sitúa entre los siglos XII y XIII o que el actual museo de San Agustín fue cuartel de la monjas francesas a principios del XIX? Pues estas son algunas de las curiosidades a las que, desde esta semana, quienes tomen un café en algunos establecimientos hosteleros de Durango podrán dar respuesta.
Y todo ello gracias a una campaña puesta en marcha por la oficina de turismo de Durango y la empresa durangarra Cafés Baqué, y con la que los más golosos están de enhorabuena. No en vano, el protagonista es el azúcar, o mejor dicho, su envoltorio, que vendrá provisto de información de interés de las zonas más representativas y emblemáticas del municipio.
Para ello, los camareros de 131 establecimientos durangarras tendrán en su poder una colección exclusiva de 18 modelos de azucarillos diferentes, cada uno de los cuales, bajo el lema Baqué en el corazón de Durango, tendrá un fragmento de la historia del municipio. Y es que el objetivo de tan singular campaña no es otro que "acercar, de manera sencilla, tanto a los vecinos de la villa como a los visitantes, aquellos hechos que han marcado la historia de Durango y la han convertido en lo que es hoy", destacó la alcaldesa en funciones del municipio, Aitziber Irigoras.
Curiosidades Así, los paladares más dulces descubrirán que en el 1919 un avión tuvo que realizar un despegue forzoso desde Montorretas; que en 1554 Durango sufrió un incendio que asoló toda la villa o la creencia de que el ídolo de Mikeldi data del siglo III a.C. Entre otros datos curiosos, también se encuentra que la singular fachada con la que cuenta la casa consistorial fue pintada por Ignacio de Zumarraga, así como que en su día, el edificio albergó la escuela de la localidad.
Además, los pequeños envases también pondrán en valor algunas de las hazañas de personajes ilustres de la localidad, como la autoría, por parte de Juan Mari Altuna, de la música del Gernikako Arbola o que Fray Juan de Zumarraga llevó la imprenta a América en el siglo XV.
En definitiva, los azucarillos verán aumentada su misión edulcorante y de proveer de calorías al organismo, ya que también serán transmisores de datos de interés cultural "diferente a la que se puede encontrar en una guía de servicio o turística", subrayó Natalia de Naverán, responsable de la oficina de turismo de la localidad.
Concurso Por otro lado, un acto tan sencillo como echarle azúcar al café y dedicar unos segundos a leer el contenido de su envoltorio vendrá con premio. Y es que estos breves apuntes históricos contendrán las claves para dar respuesta a las cinco preguntas planteadas, a modo de concurso, por Cafés Baqué en su página web. Quienes participen y acierten las respuestas entrarán en el sorteo de un Ipad 2, que tendrá lugar el próximo 7 de octubre.
Estos azucarillos históricos se mantendrán en los establecimientos hasta el 30 de septiembre.