Bilbao. Metro Bilbao no gana para sustos. En plena polémica por los recortes de personal -con convocatoria de paros incluida-, ahora sale a la luz el asalto a dos estaciones del suburbano en Sestao. Ambos incidentes se produjeron en días festivos, cuando menos personal dispone Metro Bilbao -también de seguridad-, un hecho que ha provocado airadas críticas de los representantes de los trabajadores.
La Ertzaintza investiga el asalto a las dos estaciones del suburbano de la línea 2 ocurridos durante la pasada Semana Santa. En concreto, los ladrones entraron de madrugada al recinto de las estaciones de Sestao y Urbinaga y reventaron las máquinas expendedoras de billetes que se encuentran en los vestíbulos, antes de acceder a los andenes. El botín de los asaltos fue el dinero de los cajetines de las máquinas, una cantidad que ni la Policía vasca ni fuentes de Metro Bilbao han precisado debido a que la investigación permanece abierta.
Fuentes de Metro Bilbao han concretado que los hechos sucedieron el sábado 16 de abril, en el caso de Urbinaga, y el Viernes Santo, día 22, en la estación de Sestao. Unos asaltos separados en el tiempo pero que sospechan que han sido ejecutados por la misma banda. En declaraciones a DEIA, fuentes del suburbano han destacado que "el modus operandi de los ladrones fue similar y especialmente sofisticado". De hecho, ambos robos se produjeron de madrugada y la técnica empleada apunta a que "tenían un conocimiento preciso del funcionamiento de las instalaciones del metro".
Los ladrones tuvieron tiempo suficiente para apalancar las máquinas, diseñadas con dispositivos antirrobo, y extraer los cajetines donde se depositan tanto las monedas como los billetes con los que pagan los clientes sus billetes. El asalto se produjo en las cuatro máquinas disponibles en cada una de las estaciones y, según Metro Bilbao, "en ambos casos queda patente un alto grado de preparación". Destaca sobremanera que la banda accediera a la estación de Sestao a través del túnel que llega desde Urbinaga, aspecto que deja en evidencia la seguridad del perímetro.
Según ha podido saber DEIA, no es la primera vez que en los últimos meses ocurren robos de este tipo aunque la mayoría hasta ahora habían ocurrido en las estaciones en superficie pertenecientes al último tramo de la línea 1, donde el acceso es más fácil. Ejemplos de paradas asaltadas son Gobela, Lutxana y Astrabudua. El último robo en una máquina expendedora registrado ocurrió a primeros de febrero en el andén de la vía 2 de Urduliz. Fuentes de Metro Bilbao también informaron ayer de otro asalto y robo de expendedoras, con distinto modus operandi que se perpetró en la estación de Lutxana el pasado 3 de septiembre. En este caso, los delincuentes fueron detenidos.
Menos presupuesto Fuentes sindicales han mostrado su preocupación por esos asaltos que razonan por "los recortes en seguridad que se están efectuando desde la nueva dirección". Unas decisiones que implican una reducción en los efectivos de vigilancia, tanto personales como técnicos, que está sufriendo la red del suburbano. Hay varios ejemplos. El más claro es la reducción de la partida económica que el metro destina a este apartado. Si para 2009, la anterior dirección presupuestó 4.528.600 euros para Vigilancia y Seguridad, en 2010 se destinaron 4.120.000 euros, es decir una diferencia de casi un 10% de un ejercicio a otro.
Otro elemento que ha hecho perder percepción de seguridad en la propia plantilla es la retirada de la red de metro de la presencia de los perros policía. Al parecer, la desaparición de las parejas de guardas de seguridad acompañados de un can entrenado, la mayoría de los casos un pastor alemán, es consecuencia de que su presencia aportaba una mala imagen, según los responsables del suburbano.
Los sindicatos también han denunciado que las estaciones están más vulnerables a robos durante el día por "la falta de personal en las estaciones durante los días festivos".
La ausencia de empleados durante los fines de semana de los últimos meses ha supuesto que durante el fin de semana del 9 y 10 de abril, diez estaciones carecieran de personal del metro. Este es uno de los puntos que ha llevado a los sindicatos del comité de empresa a convocar paros de cuatro horas los miércoles 25 de mayo y 1 y 8 julio.