Síguenos en redes sociales:

Decathlon solicita la licencia de actividad para su tienda en los locales de los Capitol

Pese a no tener una fecha de apertura, la firma francesa inicia los trámites para su nuevo local en la villa

Bilbao. Ya no hay vuelta atrás. A pesar de que los cines Capitol continúan proyectando los últimos estrenos en su salas, la multinacional francesa Decathlon ya cuenta con la licencia de actividad municipal. Este es el primer paso del camino de la empresa de ropa y complementos deportivos para asentar su primera tienda urbana. Circuito Coliseo, empresa que gestiona los cines, no ha querido pronunciarse sobre el cierre de las salas, pero podría suceder en cualquier momento, al igual que ocurrió con los cines Renoir de Deusto, que bajaron la persiana en mayo del año pasado.

Hace más de un mes, el Ayuntamiento bilbaino concedió la licencia de actividad a Decathlon para el local de los Capitol. Concretamente, fue el pasado 25 de marzo. Sin embargo, la multinacional aún carece de la licencia de obras, necesaria para comenzar a remodelar la lonja de la calle Villarías. La amplitud del local -el cine se compone de cuatro salas repartidas en dos plantas además del espacio destinado a la venta de golosinas, palomitas y bebidas- tendrá que pasar por una profunda reforma para adaptarse a las necesidades de Decathlon. Por ello, el interior será completamente derruido y remodelado. Al parecer, para llevar a cabo esta obra, el Consistorio ha requerido la firma de un arquitecto en el proyecto de la futura macrotienda deportiva, ya que se ubicará bajo un edificio de viviendas. Y, según apuntan fuentes municipales a DEIA, la solicitud de este permiso no parece ser inminente.

Sin embargo, el cierre de las salas podría producirse de un momento a otro. Mucho se ha especulado sobre esta bajada de persiana. Y no es para menos, ya que, en un principio, y tal como apuntaron desde el propio Circuito Coliseo, se produciría después del pasado verano. Pero las proyecciones continuaron y la fecha fue atrasada finalmente hasta enero. Hoy las carteleras continúan anunciando los últimos estrenos cinematográficos.

"No sabemos cuándo se va a producir el cierre, pero la situación no ha mejorado con respecto a otros años; mucho menos desde que anunciamos el cierre, ya que muchos clientes piensan que ya hemos dejado de funcionar", explicaba hace unos meses a este periódico Alejandro Beitia, director de Circuito Coliseo. El Capitol no será el primer cine que se reconvierta en una tienda deportiva en Bilbao. Ya ocurrió con el antiguo cine Astoria, cuyo local ocupa ahora Forum Sport en la plaza Campuzano.

La situación económica actual, unida al propio vía crucis por el que está pasando el sector cinematográfico -debido a las descargas a través de la Red y, como consecuencia, el descenso de personas que acuden a ver una película en la gran pantalla-, son las principales consecuencias por las cuales, uno de los cines con más solera de la villa se ha visto abocado al cierre. Ahora, con el alquiler del local, que pertenece a Circuito Coliseo -el exhibidor cinematográfico más importante de Euskadi al que también pertenecen las salas de Max Ocio, Zubiarte y los Multicines de Indautxu-, recibirá dos millones de euros anuales; una cantidad nada desdeñable para los tiempos que corren.

A parte de las causas económicas, también ha podido influir en esta drástica decisión tomada por Circuito Coliseo el hecho de que cada vez son más los usuarios que escogen desplazarse hasta las salas de los grandes centros comerciales en lugar de comprar una entrada en los que se encuentran en el centro de la ciudad.

Menos cines Esta nueva tendencia ya ha causado el cierre de varios cines en la capital vizcaina, que en los años sesenta llegó a albergar hasta 38 salas de proyecciones. Este es el caso de los mencionados cines Renoir, de Deusto, que apagaban definitivamente sus pantallas en mayo de 2010. Lo mismo ocurría, pero unos años antes -2006-, con los míticos Mikeldi, en Alameda Urquijo.

Sus locales han dejado paso a negocios que han dotado a Bilbao de otros aires, transformándola en una ciudad de servicios. Las salas de Deusto podrían convertirse en pocos meses en un gran centro comercial bajo la batuta de un grupo de empresarios chinos. Comercio. Las de Indautxu han dejado paso a la construcción de un edificio de viviendas en el centro de la ciudad. Convivencia.

Pero estos no son los únicos cines de la villa que han pasado a formar parte de la historia cinematográfica. El olor a palomitas recién hechas y las grandes carteleras a pie de calle hace mucho que comenzaron a desaparecer de los rincones bilbainos. El más antiguo, y quizá el más desconocido para ciertas generaciones, es el cine Vega, que se levantó en Bilbao en 1910. Un bloque de viviendas ocupa su espacio 64 años después.

También el Olimpia, que se levantaba en 1951 entre las calles Egaña e Iparraguirre vio cómo se truncaba su andadura en 1985, tras varios intentos de remodelación. Su estela la ocupa hoy en día una residencia de la tercera edad. Esperanza también fue una calle de cine. En ella se ubicaba el Cinema Bilbao en 1935. Más parte sus salas serían ocupadas por locales comerciales. Las películas del Urrutia, el Vistarama de Zabalburu o el Buenos Aires tuvieron el mismo desenlace.

Pero los cines no han sido los únicos que han ido desapareciendo poco a poco del mapa de la villa. También algunos teatros se han reciclado en espacios para el ocio. Es el caso del Teatro Ayala, que el pasado año reabrió sus puertas convertido en un club deportivo; el Coliseo Albia, que ha resurgido como un elegante y moderno Casino, o el Consulado, en tiendas de moda.