Bilbao. "Karmelo Ikastola bizirik, ez itxirik!". Este es el grito de guerra que más de medio centenar de alumnos de la ikastola del barrio bilbaino de Santutxu lanzaban en plena Gran Vía bilbaina. Se hacían escuchar ataviados con camisetas rosas con el mismo lema sobreescrito, pancartas, silbatos, trompetas... mientras representantes de la dirección y la AMPA del centro entregaban en el Gobierno vasco las más de 5.000 firmas de vecinos del barrio a favor de la paralización y desestimación del proyecto de futuro que Educación tiene preparado para la ikastola: su fusión con el colegio Mina del Morro, en el barrio de Bolueta.
"No queremos que cierren nuestra escuela", repetía Itxaso durante la que era su primera concentración reivindicativa. Había visto algunas por la televisión, pero participar en una le entusiasmaba, igual que al resto de compañeros que, como ella, había dedicado su primera mañana de vacaciones de Semana Santa para luchar por mantener su ikastola en Santutxu. "Si la cierran perderíamos muchas cosas", decía desde su inocencia. "Sobre todo, el proyecto educativo por el euskera, que al fusionarnos con la otra escuela se perdería completamente", le ayudaba su madre pancarta en mano.
La de ayer no era la primera vez que la AMPA-Kaixo Gurasoen del centro presenta firmas de protesta ante el Gobierno vasco. "Un 98 % de los padres ya firmamos y enviamos al registro la misma petición y, a día de hoy, no hemos recibido respuesta. A ver si el barrio tiene más peso que los padres y se dan cuenta de que efectivamente existe un déficit de infraestructuras en Santutxu", explicaba Patxi Arospegi, presidente de Kaixo Gurasoen, que exige que se renueven las infraestructura de la actual ikastola en lugar de cerrarlas.
Tres cajas de folios les hicieron falta a los representantes del centro de Santutxu; tres cajas que tuvieron que transportar sobre un carrito hacia el registro. "Seguimos demandando lo que Isabel Celaá dijo en 2003, cuando estaba de acuerdo con que era un despropósito cambiar a los críos de su entorno. Pedimos que lo mantenga y que ahora no haga caso a los técnicos del departamento que es evidente que no conocen ni geográficamente ni sociológicamente Santutxu", protesta Arospegi.
Y es que si Karmelo Ikastola fuera finalmente trasladada a Bolueta, Santutxu solo tendría un único colegio público, el de Luis Briñas, para más de 33.000 habitantes. "Eso no puede ser, nos están avocando a que matriculemos a nuestros hijos en una escuela privada", dice.
"necesitamos mejorar" Madres, padres, amamas, andereños, alumnos e, incluso, exalumnos se vestían ayer de rosa para intentar ganar la batalla a Lakua. No quieren que Karmelo Ikastola desaparezca del mapa después de 47 años de historia. "En la ikastola hemos vivido nuestra infancia, todos nuestros amigos son de allí y no estamos de acuerdo con que desaparezca, es parte de nuestra vida, de nuestra historia", resume Estitxu, que hace años que abandonó las aulas de la ikastola de Santutxu. "El proyecto de eskaldunización que lleva tiene futuro y a la vista está cuántos profesionales han salido de Karmelo Ikastola y de qué nivel, y eso con unas instalaciones, como decía la señora Celaá, del pretérito", resalta el presidente de la AMPA. "No tenemos ni campos de fútbol ni cosas especiales, pero estamos contentos. Lo que necesitamos es mejorar, pero en nuestro barrio".