Zierbena agotó los 'mojijones'

Los mojojones, como dicen en Zierbena los mojijones, no se distinguen por ser un producto de la mar por el que uno pierda la cabeza aunque, eso sí, a uno le pueden hacer los ojos chiribitas cuando da cuenta de una suculenta ración de este molusco en cualquiera de las variantes con los que la gastronomía popular ha aderezado este carnoso habitante de los acantilados.

Y si no, que se lo digan a los cientos de personas que durante el fin de semana han dado buena cuenta de unas 8.000 raciones de este bivalvo, otrora muy abundante en los acantilados de esta localidad, como recordaba el presidente de la asociación gastronómica El Puerto de Zierbena, Jesús Maruri Elosegi.

"El mojijón siempre ha sido una parte muy importante del pueblo de Zierbena porque cuando las familias tenían pocos medios, ese mejillón con arroz, con su perejil y su ajo que todo el mundo tenía, era un buen apaño".

Hoy día, el popular molusco sigue siendo un socorrido plato, ya que debido a su abundancia y a que se capturan con facilidad, se puede consumir fresco durante todo el año y a un precio muy asequible. Pero la Fiesta de Zierbena puso de relieve que también gusta como tentempié. Al vapor, a la marinera, en vinagreta, en salsa pilpil de hongos o con el tomate de siempre y su picante, este nutritivo alimento fue el rey de la fiesta hasta el punto de que duplicó las previsiones iniciales de la organización. " Ha sido una feria fantástica, tanto para los visitantes como para los hosteleros", resumía el presidente de la asociación creada hace año y medio y en la que toman parte los diez establecimientos hosteleros, restauradores y el hotel El Puerto.

Al final de la fiesta se consumieron cerca de 8.000 raciones, frente a las 4.000 inicialmente previstas, lo que obligó a los hosteleros a desarrollar la logística para satisfacer a los visitantes. De esta manera, mientras algunos optaron por renovar sus existencias y aguantaron el tipo, otros tuvieron que ofrecer otro tipo de raciones, como las rabas al mismo precio popular anunciado para lo mejillones. La cita gastronómica sirvió para proclamar el mejor mojojón de la feria entre las siete propuestas presentadas. Al final ganó la del restaurante El Marinero.