Amorebieta-Etxano
Convertir la historia en arte gracias al arte mural. Esto es lo que ha conseguido el Consistorio de Amorebieta-Etxano plasmando en tres fachadas ciegas del municipio pasajes históricos de gran relevancia del pasado de la localidad. De esta manera, un total de tres edificios de tres de las calles más importantes se han convertido en murales artísticos y nostálgicos recreando imágenes y situaciones antiguas. "Los murales nos sirven para recordar un poco el pasado y enseñar nuestras señas de identidad", comentó David Latxaga, alcalde de la localidad.
El Consistorio zornotzarra inició hace un año la iniciativa Arte en la calle, con la que no solo ha conseguido embellecer artísticamente algunos rincones del municipio, sino que además, ha acercado la historia del mismo a toda la ciudadanía. "Hemos conseguido trasladar una realidad de hace muchos años al siglo XXI", apuntó Amagoia Madariaga, concejala de Urbanismo.
El autor de los tres murales en blanco y negro es Aarón Diego, de la a empresa THT Diseño. "El Ayuntamiento se puso en contacto con nosotros porque querían recuperar la memoria histórica del pueblo a base de pintar varias fachadas", explicó el artista.
En cada una de las paredes se ha intentado recrear el pasado del entorno donde se ha realizado la obra. La primera pared convertida en arte se terminó en junio del pasado año y está situada en la calle Konbenio, junto al hotel que lleva el mismo nombre. La imagen que seleccionó el Consistorio para esta ubicación fue una instantánea de la propia plaza, que data del siglo pasado. En ella se puede observar cómo la plaza era el punto de encuentro para los baserritarras de la zona. "La parte derecha de la foto estaba muy deteriorada por lo que tuvimos que mirar como estaba hoy en día y reinventarla", explicó el muralista. La segunda pared, terminada el septiembre pasado, se puede ver en el número 14 de la calle Txiki Otaegi. En la misma, se muestra la fuente de Urgozo, en un emplazamiento similar al actual, teniendo de fondo el parque Zelaieta antes de 1936. La última de las paredes, cuya imagen se ha terminado esta misma semana, muestra la parroquia Santa María en la década de los años veinte y se encuentra en Gudari kalea. El martes se quitaron los andamios de la zona, para alegría de los vecinos. "La verdad es que los murales han quedado muy bien, ahora las calles están más bonitas y vestidas", comentó un jubilado zornotzarra.
Arte de Altura
Pintura mural
El tiempo que se emplea para realizar una obra de este calibre suele rondar las tres semanas, algo más dependiendo de las dimensiones de la fachada y el material donde se trabaja. Primero, se prepara toda superficie para que la pintura perdure el mayor tiempo posible. Después, se procede a pintar el propio mural con pistolas y aerógrafos. Una vez finalizado el dibujo se aplica una capa de barniz ultravioleta para proteger el mural de la lluvia, la luz solar y el viento.
A pesar de su juventud, 26 años, la experiencia ya es un grado para Aarón Diego. "Realizar un trabajo de esta envergadura siempre es muy difícil porque no nos podemos alejar de la pared, no podemos ver cómo esta quedando. Pero la experiencia ayuda, hay que intuir cómo van las cosas y después corregir muchas veces", apuntó el muralista.
Desde la Corporación se muestran muy satisfechos con el resultado y ya están pensando en aumentar el número de murales. "Estamos buscando más fachadas, para otoño queremos contar con otro mural con un buen motivo", zanjó Latxaga.