Leioa. Las mujeres vascas están a las puertas del último muro que les separa de la igualdad en el deporte autóctono. Serán tres las probalaris que traspasarán la barrera para alcanzar un reducto de la fuerza descomunal donde se encuentran la mole musculada, el reto del animal y la piedra. Este nuevo hito de nuestra historia llegará el próximo sábado en el probadero de Ondiz en Leioa con la primera prueba oficial de Idi-Probak para mujeres.

La alternativa les llega de la mano del grupo Leioako Euskal Kirol Zaleak que rompen una lanza en favor de la mujer. "A pesar de que se involucran no están representadas, su presencia en la plaza es muy marginal", apunta José Luis Bilbao, uno de los portavoces de la asociación. El estreno lo protagonizarán dos vizcainas, Irene Artetxe y Ainhoa Ibarluzea, junto a la guipuzcoana Amaiur Arbelaiz.

La iniciativa saca a la luz la labor callada de la mujer baserritarra que participa de manera anónima en los engranajes de las idi-probak. "Entrenan con los hombres en el baserri y como ellos se encargan del mantenimiento de los bueyes", señala Bilbao. De hecho, este organizador resalta que el protagonismo masculino ha eclipsado el trabajo de la mujer en el campo. "Habitualmente ha sido más detallista y constante con el ganado, cuando los hombres marchaban a jugar la partida ellas seguían al cuidado de los animales", apunta.

Leioa marcará un antes y un después en la modalidad al probar la valía de las deportistas en el manejo del buey. "Están muy contentas e ilusionadas porque es la primera vez", destaca el organizador. La organización cuestiona el culto a la fuerza que se extiende en la afición y que ha supuesto una barrera para celebrar estas pruebas femeninas.

"Es cierto que el hombre es más fuerte, pero la habilidad para colocar la piedra es más importante en la prueba", apunta. Este organizador rompe el tabú de la fuerza al señalar la constitución de las tres competidoras. "Salvo Ainhoa que se acerca al 1,80 tienen un físico muy normal", recalca.

La competición supone la carta de presentación del trío de probalaris curtidas en el anonimato con el ímpetu de una afición inquebrantable. "Les gustan los animales y entrenan con ellos todos los días", asegura Bilbao.

Su actividad se entronca en la tradición familiar con parientes que han escrito páginas gloriosas en las idi-probak como es el caso de José Ramón Ibarluzea, tío de Ainhoa. Por su parte, Irene sigue los pasos de su aitite, destacado probalari hace 60 años. Amaiur coge el relevo a la saga de los Telleria de Lasarte, emparentada con su familia.

El organizador pretende que la prueba suponga el inicio de las idi-probak de mujeres. "Queremos que sea un revulsivo. El premio muestra que es la primera edición porque esperamos que haya más", señala. La competición se practicará en las mismas condiciones que el resto de pruebas oficiales del calendario.

Las probalaris deberán manejar piedras de 1.500 kilos, el peso correspondiente a la edad de sus bueyes, menores de 6 años. Asimismo, está pactada la presencia de dos akullaris para que asistan al animal en el arrastre de la carga.

Bilbao muestra su confianza de que la prueba se convierta en un referente de la competición femenina y permita florecer nuevas generaciones de probalaris. "Ojalá el próximo año dupliquemos el número de participantes", suspira. La asociación se propone acabar con la reticencia de las propias aficionadas a tomar la iniciativa en las competiciones.

"Las mujeres acuden a ver las pruebas y algunas apuestan, pero no son muy propensas a salir a las plazas por vergüenza", lamenta. El organizador reconoce que la asociación ha dispuesto de todas las probalaris disponibles. "No hay mucho donde elegir", admite.

La elección de las vizcainas ha sido fácil porque las dos se han dado a conocer en exhibiciones oficiosas de los pueblos. Sin embargo, la asociación se ha encontrado con problemas para localizar una tercera contrincante que evitara que la competición se convirtiera de salida en un mano a mano. "Hemos tenido que recurrir a nuestros contactos en Gipuzkoa", desvela.