erandio. La nueva ludoteca de Astrabudua abrirá sus puertas al público el próximo lunes, día 28. Ubicada en la que fuera el área de Pediatría del antiguo ambulatorio, en la plaza José Andrés Mendiguren, la ludoteca se concibe "como una alternativa socioeducativa en el tiempo de ocio de los niños y niñas de entre 3 y 10 años", según indicó el alcalde de Erandio, Joseba Goikouria. El primer edil presentó ayer la ludoteca en compañía de la concejal de Empleo, Aitziber Oliban, y del responsable de Cultura, Santiago Neira. La adecuación del local la han realizado personas desempleadas dentro del marco del programa Auzolan y del plan de empleo del Ayuntamiento de Erandio. En total, unas 50 personas han trabajado en la restauración de la ludoteca, de las que 25 están realizando los últimos retoques, todas ellas personas desempleadas del municipio.

Estos trabajadores son perceptores de distintas prestaciones sociales que apoyan a la brigada municipal de obras y servicios en distintas tareas, en este caso en la ludoteca. Por otro lado, el servicio será gestionado por 15 monitores de tiempo libre, cuya formación ha corrido a cargo del Consistorio, que ha optado por un programa de empleo-formación que consiste en un curso intensivo de 320 horas -200 horas teóricas y 120 prácticas-. La fase de empleo tendrá una duración de seis meses.

ludoteca, no aparcamiento El servicio de ludoteca será gratuito, y tendrá horario de 17.00 a 20.00 horas de lunes a viernes y los sábados de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Los domingos y festivos permanecerá cerrado. El tiempo máximo de estancia en el local será de una hora, y se establecerán turnos de entrada y salida. El aforo máximo es de 32 menores por turno. Los niños deberán acudir al recinto acompañados de un adulto. No es necesario pedir cita previa y la entrada es libre hasta completar aforo. La iniciativa busca ser un espacio para favorecer la educación en valores y el desarrollo integral de los más pequeños, además de facilitar a padres y madres la conciliación de la vida familiar con la laboral. "No queremos que sea un aparcamiento de niños, sino un servicio de ocio infantil demandado por el vecindario", precisó Neira.