AMOREBIETA. "He oído un frenazo y después un zambombazo terrible. He levantado la cabeza y he visto la humareda. Enseguida me he dado cuenta de que se trataba de un accidente. No lo he pensado. He corrido a la oficina para llamar al 112". Con esas palabras relataba César, trabajador de la empresa Neumáticos Etxebarria, los primeros instantes del choque frontal entre un turismo y un autobús de Bizkaibus en el barrio zornotzarra de Euba. Eran las 15.30 horas. Una tragedia más en las carreteras.
Un matrimonio, Francisco Javier Alday, de 67 años, y Mª Dolores Ramos, de 66, vecinos de la localidad guipuzcoana de Eibar, que viajaban -dirección Bilbao en un Mercedes- perdieron la vida ayer a consecuencia del fuerte impacto contra un Bizkaibus, con más de una veintena de pasajeros en el interior. La única herida de gravedad, una niña de seis años, nieta de los fallecidos, que viajaba en el coche, fue traslada en helicóptero al hospital de Cruces en estado grave. "Desde lejos se escuchaban los llantos de la niña. Me he sentido fatal. Ha sido estremecedor oír cómo lloraba. Me he alejado para evitar escucharlos", afirmaba con tristeza el empleado.
Por su parte, los pasajeros del autobús -que realiza a diario el recorrido Bilbao-Durango y Eibar- fueron atendidos de heridas de diversa consideración en los ambulatorios de Durango y Amorebieta. Algunos de los heridos tuvieron que ser trasladados al hospital de Galdakao para practicarles alguna prueba médica. "Podía haber sido mucho peor", intentaba rebajar la tensión otro de los trabajadores de la empresa de neumáticos. "El golpe ha sido muy grande. Del impacto, el coche ha dado la vuelta y ha quedado detrás del autobús, sentido Durango", comentaban. Entre los heridos se encontraba una mujer en avanzado estado de gestación que, tras ser atendida en Cruces, fue dada de alta a lo largo de la tarde.
Este trágico suceso tiñió de luto las carreteras vizcainas con los dos primeros muertos de 2011 en Bizkaia. En las calles de Eibar, consternación, ya que los dos fallecidos son muy conocidos en la localidad donde residían. Mientras, en el punto kilométrico 87 de la carretera N-634, dentro del término municipal de Amorebieta, cerca del barrio de Euba, dolor y tristeza, mucha tristeza. "Me ha dado miedo acercarme hasta el lugar del accidente por lo que me podía encontrar", afirmaba César, todavía apesadumbrado.
Destrozado Los cuerpos de las dos personas fallecidas permanecieron hasta pasadas las siete de la tarde tendidas en el asfalto cubiertas, cerca del turismo, un Mercedes negro, destrozado. "He visto cómo el autobús -no sé si intentado esquiar al coche- frenaba y circulaba en zig-zag. Pero no ha podido evitar el impacto. ¡Qué pena!", se lamentaba el hombre. La carretera quedó totalmente cerrada al tráfico y la Policía Municipal de Amorebieta desvió a los conductores por el peaje de la autopista A-8, en el tramo Durango-Bilbao. La llamada al 112 del empleado de la empresa cercana al siniestro activó el protocolo de emergencia. "No han tardado mucho en llegar. Ha sido rápido, pero con la tensión y con los nervios no se cuánto ha podido pasar. Primero ha llegado una patrulla de la Ertzaintza y, después, han comenzado a llegar las primeras ambulancias", comentaba. Los primeros en socorrer a los heridos fueron algunos de los empleados de un taller mecánico situado también a unos 400 metros de donde se produjo el accidente. "El choque ha sido mortal. Ni el Mercedes les ha salvado la vida. Los dos ocupantes del coche estaban muertos. El morro del coche estaba destrozado. Hemos intentado tranquilizar a la niña, que lloraba. Pobre".
Dentro del autobús, "la gente también lloraba del susto", describía un trabajador del taller. "Cuando vemos cosas así te das cuenta de lo que nos jugamos cuando estamos al volante", reflexionaba el hombre. La Cruz Roja instaló un hospital de campaña para evaluar y atender a los heridos en el accidente. "La mayoría ha sufrido golpes y rasguños", afirmó Koldo Arrese, técnico de Emergencia del Gobierno vasco. Excepto los que fueron trasladados al hospital de Galdakao y Cruces -la niña de seis años y una mujer embarazada- el resto fue atendido en los ambulatorios de Durango y Amorebieta. "Al margen de susto, todos han sido dados de alta", aclararon en el Centro de Salud de Amorebieta.
Investigación abierta La Er-tzaintza investiga cuáles pudieron ser las causas del fatal suceso que se cobró la vida del matrimonio de Eibar. Algunos testigos aseguraron a DEIA que el coche accidentado "realizó una maniobra de adelantamiento a un camión", sin percatarse de que el autobús venía de frente. "Yo creo que el sol le ha cegado", aseguraba. Sin embargo, un testigo que circulaba en dirección Bilbao, detrás del turismo siniestrado, afirma que el Mercedes realizó en la recta una maniobra para adelantar a un ciclista invadiendo el carril contrario. "Ha sido extraño, parecía como si se hubiera quedado paralizado. Sin darle tiempo a reaccionar", comentaba.
Sea por una desafortunada maniobra o por una mala jugada del destino, las carreteras vizcainas vuelven a humedecerse de más lágrimas.