Trabajo por una sociedad más justa
Las asociaciones Gure Etxea de Larrabetzu y Gure Señeak de Derio recibirán el Gizarte Ekintza Saria
LA tercera edición de DEIA Hemendik Sariak Uribe-Txorierri-Mungialdea vuelve un año más dispuesta a reconocer el trabajo y sacrificio de diferentes colectivos y entidades que trabajan en estas comarcas, así como el esfuerzo y dedicación de los vecinos por ayudar al desarrollo de la zona. Este año el Gizarte Ekintza Saria ha recaído en dos asociaciones empeñadas en este objetivo: Gure Señeak de Derio y Gure Etxea de Larrabetzu.
La primera es una entidad, sin ánimo de lucro, que apoya a las familias con hijos que padecen enfermedades raras o con situaciones especiales de discapacidad en la localidad de Derio y comenzó su andadura en este campo el pasado mes de septiembre. La segunda, Gure Etxea, es una asociación de mayores que nació hace 25 años y está compuesta por cerca de 300 socios. Tiene su sede en el hogar del jubilado de Larrabetzu.
María Elena Gaztelu es la presidenta de esta agrupación desde hace nueve años y explica así sus impresiones sobre el reconocimiento que le otorgan DEIA y Hemendik: "El galardón es un aire de optimismo y de ánimo". Reconoce que realiza su trabajo "siempre de corazón y con ganas". "Nunca he esperado que me agradecieran nada", añade.
El próximo año Gaztelu abandonará el cargo como presidenta y otras personas recogerán el testigo de esta responsabilidad. "Soy optimista por este cambio -explica- y pienso que los que vendrán lo harán muy bien". No olvida la labor que cada día hace el secretario de la asociación: "Jesús Mari Galarza ha trabajo muchísimo. Si no fuese por él yo no estaría aquí", admite.
Para Ricardo Martínez, miembro de Gure Señeak, el galardón "es un logro". "Nos viene genial para seguir adelante con más fuerza en nuestro trabajo diario", añade. Esta sociedad lleva pocos meses en activo y Martínez aprovecha la ocasión para hacer balance: "Estamos desbordados por el resultado. La respuesta que hemos recibido por parte de nuestro entorno es maravillosa". Los responsables tienen como objetivo ayudar a superar los problemas que los familiares de la asociación encuentran a diario.
Las dos entidades son muy diferentes entre sí, pero tienen un punto en común: son comprometidas y emprendedoras e intentan mejorar el día a día de las personas que necesitan su ayuda colaborando así en el desarrollo de la sociedad. Por eso, DEIA y Hemendik reconocerán su trabajo entregándoles su merecido galardón el próximo jueves, 18 de noviembre, a partir de las 20.00 horas en el Kultur Aretoa de Sondika.
integración y apoyo
Labor de ambas asociaciones
Gure Señeak es una asociación joven pero está demostrando que tiene mucho futuro ya que su trabajo está dando frutos. Ahora los vecinos de Derio y alrededores conocen más de cerca las necesidades de las familias asociadas. Y esto es un gran beneficio para ellas ya que "se están presentando muchas personas voluntarias para ayudar a mejorar nuestra situación", según reconoce Martínez. "Fundar la asociación nos ha facilitado que las familias estén más integradas en la comarca y sean más reconocidas por los vecinos", concluye Martínez.
Gure Etxea de Larrabetzu también colabora ayudando desinteresadamente a las personas. Ejemplo de ello son las visitas que durante dos años han realizado a diferentes residencias de Bizkaia. En total han recorrido 24 centros ubicadas en localidades como Portugalete y Ondarroa. Y el objetivo de estas salidas era claro desde el principio: "Hacer compañía a las personas mayores que están allí", explica Gaztelu.
En cada visita los miembros de Gure Etxea colmaron de atención a las personas que viven en las citadas residencias. "Les llevábamos un regalo y algún postre", comenta Gaztelu. Y añade que siempre recuerda la alegría con la que les recibían. Además reconoce que esta experiencia le ha "aportado mucho porque ha sido muy enriquecedora".
el libro de oro
Testigo de más de 100 viajes
De esta forma, los socios de Gure Etxea salen fuera de Larrabetzu en busca de nuevas experiencias. A través de los viajes que realizan conocen otros lugares y culturas. Pero para ellos "viajar no es sólo meterse en un autobús y volver a casa", tal y como explica Jesús Mari Galarza, secretario de la asociación. Las excursiones a diferentes lugares del Estado les enriquecen y divierten, por eso sacan lo máximo de ellas.
Desde hace un tiempo les acompaña un libro que nunca falta en sus maletas. Lo bautizaron bajo el nombre de El Libro de Oro. Y "nos sentimos muy orgullosos de él", exclama Galarza. Se ha convertido en un referente para ellos. "Para nosotros es muy importante y le tenemos mucho cariño", dice emocionado Galarza. Y añade, "ya me gustaría saber qué asociación tiene un libro como el nuestro". Las páginas recogen los sellos de las ciudades que han conocido en cada viaje. Y junto a ellas también hay diferentes dedicatorias de los establecimientos que han visitado. Cada hotel, cada museo o restaurante. Todos han tenido un espacio en blanco para llenar en El Libro de Oro de Gure Etxea.