Bilbao. "Para finales de año, las obras de la nueva sala de llegadas estarán prácticamente finalizadas", asegura el director del aeropuerto, Jesús Garay. Unos trabajos que "tenemos muchas ganas que concluyan porque los sufrimientos que están teniendo los pasajeros son importantes". Pero toda penalidad tiene su premio.

La nueva zona que se está cubriendo con una gran pared de cristal de más de 1.300 metros cuadrados de superficie incorporará dos novedades no previstas en un principio. Por una parte, el nuevo espacio donde esperarán al abrigo de las inclemencias invernales miles de familiares y amigos de viajeros contará con una nueva cafetería.

Este espacio, donde tomar algo o comer un sandwich, se ubicará a la derecha del edificio según se sale del interior de la terminal. La nueva cafetería viene a complementar al único establecimiento hostelero ubicado en la zona de salidas, antes de pasar el control de seguridad para tomar los vuelos.

La otra novedad será la nueva oficina de turismo que va a abrir el Gobierno vasco en el aeropuerto y que se instalará en la zona izquierda del nuevo espacio que se está creando.

Después de que este año se clausurara el servicio turístico que ofrecía la Cámara de Comercio en la zona de salidas, la única oferta de folletos e información sobre los destinos turísticos del País Vasco se encuentra en un pequeño stand en la zona de recogida de maletas, área restringida solo a los viajeros recién aterrizados.

Según explica el director del aeropuerto, "el nuevo punto turístico va ser lo primero que va a ver el pasajero que sale a la calle y tendrá un gran impacto visual", según los planos en los que trabaja la Dirección de Turismo del Ejecutivo vasco.

Los promotores de ambos servicios trabajan en conjunto con el aeropuerto para que las obras de instalación se acompasen con las del cerramiento y la construcción de los nuevos accesos a la terminal.

Jesús Garay especifica que "una vez concluyan las obras y la normalidad vuelva a la terminal se desmantelarán todos los itinerarios peatonales y ascensores que han servido a los pasajeros durante este año de obras". Tan sólo quedarán para continuar con su uso los dos elevadores provisionales que prestan ahora servicio en los laterales de la terminal y que conectan la zona de llegadas y salidas. El director de La Paloma explica que "vamos a dotarles de un tratamiento estético adecuado para que no contrasten con la arquitectura de Calatrava y su utilización mejorará las conexiones entre los niveles de la terminal". Asimismo está previsto que en los próximos meses se instalen cuatro televisores en las zonas cercanas a las cafeterías para aliviar las esperas de los pasajeros.