La canción Kolitza será la última en la que Tomás Negro dirija a la coral. El tema no está escogido al azar. Mañana cederá el testigo en un concierto con el que comienzan las fiestas patronales y que dará inicio, a las 20.00 horas, en la iglesia de San Severino. "No estoy nervioso, más bien siento la satisfacción del deber cumplido", confiesa a pocas horas para su despedida desde el mismo escenario en el que tendrá lugar la actuación. No en vano, han sido 56 años en los que ha visto a la coral nacer, crecer y consolidarse. "Y eso que lo de la dirección iba a ser algo provisional... ¡menos mal!", bromea mientras mira el órgano del templo.

"Allí entré en contacto con la música desde bien pequeño", señala. A los seis años empezó a cantar en la iglesia y posteriormente estudió música con Martín Rodríguez, compositor del himno de Balmaseda. En parte, por esta influencia estudió hasta séptimo curso de violín y lo compaginó con la universidad.

A esas alturas, en la década de los cincuenta, Balmaseda carecía de coral. Pronto cambiarían las cosas. "Don Toribio, el sacerdote, me pidió que le ayudara a fundar un grupo y después le trasladaron de parroquia. Le sustituyó un tiempo Álvaro Salazar y después me quedé yo", rememora sobre los inicios de la coral Kolitza en 1954. Debutaron oficialmente "en Nochebuena de aquel año en un concierto celebrado en la iglesia de San Severino durante la misa del gallo". Todas las voces eran masculinas, puesto que "en aquella época era impensable que las mujeres cantaran".

Ya se habían incorporado hacia 1979, cuando la coral Kolitza protagonizó dos de sus momentos de gloria con apariciones en sendos programas televisivos. La primera estuvo a punto de frustrarse por una incidencia que derivó en una divertida anécdota: "Nos dirigíamos a Madrid en autobús para salir en el programa Fantástico, que presentaba José María Iñigo y tuvimos una avería cerca de Segovia. Cuando salí a pedir ayuda, me encontré con un coche de la Guardia Civil y de repente pasó un autobús vacío que iba a recoger a unos viajeros en Barajas. Pudimos llegar gracias a que nos acercó a los estudios".

Ahora Kolitza ensaya en un local de la kultur etxea. El sucesor de Tomás Negro, Alberto Carrera, -que también dirige los coros de Karrantza y Portugalete- ya ha tenido su primera toma de contacto. "Le diría que tenga paciencia con ellos... mejor dicho con nosotros", adelanta. Porque, aunque cuelga la batuta, seguirá cantando en el coro.