Durango. Unas 35 familias de Durango tuvieron que ser evacuadas ayer de madrugada de sus viviendas como consecuencia de un incendio en un edificio de cinco plantas que dejó totalmente quemado el tejado y el ático del inmueble. Los dos únicos ocupantes del edificio fueron evacuados por los bomberos sin que hubiera que registrarse herido alguno. Eso sí, el susto que se llevaron las vecinos desalojados todavía se notaba en sus palabras horas después de que entraran en sus domicilios. "Las llamas alcanzaban más de tres metros de altura y teníamos miedo de que pasaran a nuestro edificio", explicaba uno de los vecinos que vive en uno de los últimos pisos colindantes.

Según informaron fuentes de la Ertzaintza y de los Bomberos de Diputación, el incendio comenzó sobre la cinco de la mañana del domingo en el número 16 de la calle Zumalakarregi, en pleno centro de Durango. La alarma obligó a movilizar a efectivos de tres parques, Iurreta, Basauri y Markina. Cuando los primeros bomberos llegaron se encontraron con un fuego difícil que se había generado en el interior del edificio, afectaba a la escalera y hacía imposible el acceso desde dentro para apagar las llamas que estaban quemando el ático del inmueble y todo el tejado.

"Los bomberos han tenido que traer las mangueras por mi casa para apagar el fuego desde aquí arriba", explicaba un vecino del edificio colindante, el número 18 que se eleva dos plantas por encima del siniestrado. Bittor Urresti, sargento al cargo del operativo, confirmaba a declaraciones de ETB cómo "hemos tenido que utilizar las escalas para apagar el fuego porque por dentro no se podía acceder".

Una sábana colgando Las mismas escalas fueron las que utilizaron para sacar por las ventanas a los dos únicos vecinos que en el momento del siniestro se encontraban en el edificio de fachada blanca. Los dos ocupaban el piso tercero y por lo que parece, alguno de ellos intentó salir antes de que llegaran los bomberos si tenemos en cuenta la sábana que colgaba de uno de los balcones de su piso. Al parecer, al final no hizo falta la arriesgada maniobra.

Mientras los bomberos atacaban el fuego, la Policía Municipal se encargaban de avisar a los vecinos que dormían en los edificios aledaños de que tenían que dejar sus viviendas. En concreto se evacuaron los inmuebles 12, 14 y 18. El miedo y la incertidumbre se apoderaron de todos los presentes cuando, una vez fuera, veían desde la plaza Ezkurdi cómo las llamas devoraban todo el tejado del portal 16.

Obdulia Piedra, vecina y propietaria un pequeño inmueble construido en madera de dos plantas de altura que linda con el incendiado, relataba a DEIA los momentos vividos. "Ha venido la policía y nos ha dicho que saliéramos, que había un incendio al lado. Ha sido un milagro que no nos haya pasado nada porque el fuego podía haber pasado a nuestra casa". Asegura que hubo miedo ya que "nuestra casa es de madera y es más probable que le hubieran afectado las llamas. Al final todo ha salido bien y no ha habido heridos, que es lo importante".

Tanto de este edificio como del número 12 los evacuados fueron pocos, tres o cuatro familias. La mayoría de los que se quedaron en la calle en pijama y bata fueron las casi 30 familias que dormían en el inmueble número 18 que se eleva dos alturas sobre el edificio incendiado. Una vecina relata como "me he despertado porque se oían muchas sirenas y follón. Poco después nos han avisado por el portero automático que abandonáramos el piso, que había un incendio al lado".

Causas por esclarecer Especifica que la evacuación ha sido rápida y sin problemas aunque "yo me he puesto nerviosa porque mis padres que también viven aquí veía que no bajaban, aunque al final han salido sin problemas". El aita de la anterior afectada especificaba por la mañana, ya con el mal cuerpo olvidado que "ha sido un susto por ser de madrugada. Yo creía que era algo de la policía por todo el follón que han montado pero luego ya entendí que pretendían que saliéramos por el riesgo que existía".

La hermana de una vecina del piso más alto señalan como "las llamas han alcanzado las persianas de dos ventanas que miran hacia la casa y unos de los cristales se ha roto".

Hasta pasadas las siete de la mañana y una vez extinguido el fuego no se dio permiso a los evacuados para que volvieran a sus casas, todos menos los afectados directamente por el incendio.

Sobre las causas del siniestro, fuentes de la Ertzaintza y de los Bomberos no han querido concretarlas. Algunos testimonios apuntan a que una fuga de gas pudo originar el fuego. De hecho ayer a media mañana, los inmuebles adyacentes aún permanecían sin servicio de gas después de que los bomberos cortaran el suministro. Otra posibilidad que barajaban algunos vecinos es que el fuego se hubiera podido causar en algún cuadro eléctrico de la escalera o en el armario de los ascensores. Hay que tener en cuenta que este edificio ha sido rehabilitado hace poco y se estaban efectuando obras en la última planta. De hecho, según especificó una vecina hasta hace poco habían estado introduciendo materiales de construcción y esta misma semana se vio cómo subían muebles a la última planta.