Bilbao. En el embarcadero de Erandio, todos los días y poco antes de las cinco y media de la madrugada, Óscar arranca los motores del Anne, un gasolino con capacidad para transportar a 46 personas. Atrás quedaron los tiempos en los que el barco iba de bote en bote. Ahora navega casi vacío. "No llegaremos a las 250 personas diarias", comenta resignado. El metro y la crisis están poniendo en peligro un medio de transporte histórico en la ría. De los siete tránsitos que había hace 30 años, hoy en día sólo quedan el de Erandio y el del Puente Colgante.

¿A qué edad comenzó a trabajar?

A los 13 años, ayudando a mi aita. Estuve estudiando FP en Elorrieta, pero lo dejé porque éramos muchos hermanos y había que espabilar. Así que me saqué el título para poder navegar y entré como botero en la empresa que explotaba este pasaje. Han pasado 20 años.

¿Entonces había movimiento?

Sí, mucho. Cada día pasaba mucha gente a trabajar, tanto en Altos Hornos como en las industrias de Erandio. Éramos 30 en la empresa.

¿Y ahora?

Dos. Hace unos tres años se jubiló el hombre que explotaba el pasaje, entonces Antonio, mi socio, y yo nos animamos a cogerlo.

¿Es rentable?

No, pasa muy poca gente y los gastos de mantenimiento de los botes es muy caro. En la náutica todo es caro.

¿Cuántas personas cogen el bote diariamente?

En verano, de 200 a 250 personas y en invierno no llegamos ni a las 200. Hace unos pocos años, andábamos por las 500 personas diarias.

¿Cuál es la causa del descenso?

El metro y la crisis económica. Antes de la línea 2, teníamos bastante trabajo los fines de semana, sobre todo en verano. De día, pasábamos a los que iban a la playa y de noche, a los que iban de fiesta a Barakaldo. Además, con la crisis del ladrillo ha bajado el trasiego de trabajadores de la construcción.

Entonces, ¿cómo ve el futuro?

Muy negro. Por lo menos, en lo que se refiere al pasaje. Sin embargo, soy optimista con el negocio si se enfoca hacia el turismo. Ya trabajamos en ese sentido porque pensamos que la ría está por explotar.

¿Qué están haciendo?

Despedidas de soltero, fiestas de cumpleaños, algún concierto, excursiones guiadas por la ría... y hemos llevado submarinistas hasta Gorliz. En Aste Nagusia, subimos los botes para que la gente viera los fuegos artificiales desde la ría. Estos extras nos han ido salvando el verano.

¿Y el invierno?

El invierno aquí es muy duro. No viene nadie teniendo el metro. Pero además, hay gente que se cree que esto ha desaparecido.

¿A qué hora empiezan a trabajar?

A las cinco y media de la mañana, pero hay que venir un rato antes para arrancar el gasolino. Y estamos hasta las nueve y media de la noche, casi 17 horas ininterrumpidas.

¿Cuál es el peor turno?

En invierno, el de mañana, porque vienes a trabajar con tres grados y aunque vengas con ropa y estés en la cabina, el frío se te mete en el cuerpo y no te lo quitas en todo el día.

¿Cuánto cuesta el pasaje?

Un euro. Y si se coge un bono propio, el viaje sale por 90 céntimos.

¿Cuánto tiempo tarda el viaje?

De dos a tres minutos.

Hará la maniobra de memoria...

Más o menos. El problema que tenemos en la maniobra es que, cuando hay marea baja, tocamos fondo en el embarcadero de Erandio porque no está dragado. Es una vergüenza. Estamos abandonados por la Autoridad Portuaria.

¿Es peligroso atravesar la ría?

No, pero hay que estar atento al tráfico de barcos, que cada vez es menor, y a los troncos que bajan cuando hay aguaduchos. He retirado árboles de más de 18 metros, que como te den de lleno, te rompen el barco.

Habrá visto bajar de todo por la ría.

Desde cadáveres hasta una cosa que decían era la cabeza de un elefante. Pero lo que más he visto son troncos y plásticos, que se te enganchan en la hélice y te hacen una avería.

Desde el punto de vista medioambiental, ¿cómo ve la ría?

Bastante limpia. Aquí hay gente que pesca lubinas de 8 kilos. También hay bastantes aves, como la garza real, patos salvajes y cormoranes. Eso hace unos años era impensable. De todas formas, sigue habiendo piratas que contaminan la ría.

¿A quién se refiere?

Hay algún barco que sigue echando a la ría vertidos contaminantes. Yo lo noto porque llevo muchos años en esto y lo veo y lo huelo.

¿Hasta cuándo seguirá de botero?

No lo sé, porque este pasaje es deficitario, pero si falla, seguiré con algo relacionado con la ría. Este negocio tiene que salir adelante porque la ría va a ir hacia arriba con el turismo.