PARA los vizcainos está resultando excesivamente complicado renovar el pasaporte o el DNI en la comisaría de la Policía Nacional de Indautxu y más desde la llegada del verano. Los ciudadanos, tanto extranjeros como autóctonos, que se acercan hasta la bilbaina calle Uhagón para poner al día sus papeles, se están encontrando con colas que llegan hasta la plaza Bombero Etxaniz dos manzanas más atrás.
El problema no son sólo las largas colas que, religiosamente, se ven obligados a guardar los vizcainos, sino que una vez se acercan a la puerta de la comisaría, se encuentran con los funcionarios que les invitan a "volver por donde han venido" escudándose en que el número de citas establecido para cada jornada, entre los 40 y 50 pases, se han agotado. Por ello, quienes necesitan renovar su documentación optan, con la esperanza de conseguir una cita, por organizar una cola alternativa que comienza entre las 03,00 y las 05,00 de la mañana en las inmediaciones de la comisaría a la espera de que la Policía Nacional abra sus dependencias alrededor de las 08,30 horas. "Haga frío, calor, granice o nieve, la gente está aquí desde la madrugada esperando a que abran", narra Igone, vecina de la calle. Y es que, los bilbainos que residen en las calles colindantes a la comisaría tienen mucho que contar. Diariamente se enfrentan al gentío y al tumulto que se organiza entre Uhagón, Gordoniz e Iparraguirre, según los vecinos, hay días en los que la desorganización es mayor, "se nota quien organiza las colas, unos policías ponen más orden que otros". "A las 10,00 horas se monta más jaleo, es cuando llegan los guardas a decirles que no pueden entrar", explica una residente de la zona.
"No somos responsables de lo que sucede fuera de las dependencias policiales, eso es competencia del Ayuntamiento. Además, las instalaciones de la comisaría son limitadas y no puede esperar todo el mundo dentro", indican fuentes de la subdelegación del Gobierno central en Bilbao.
El disgusto de quienes esperan en la calle es comprensible, ya que los modos y modales de los funcionarios dejan mucho que desear. "De aquí para atrás no tenéis nada que hacer", brama uno de los agentes, quien, ante las quejas de los ciudadanos que hacían cola desde las 05,00 horas espeta: "Haber venido antes". "Los policías no atienden a las personas que esperan con la debida delicadeza que debe tener un funcionario, y están ahí para atender a los ciudadanos", matiza Javier, vecino de Bilbao.
cita previa Fuentes de la subdelegación del Gobierno central excusan las largas horas de espera asegurando que la comisaría tiene una previsión diaria de la gente que va a acudir en relación al número de citas que gestionan a través de su web y telefónicamente. También dejan una cantidad limitada de citas para casos de "urgencia", pero esta cantidad es escasa por ello quienes van sin cita previa a la comisaría se encuentran con colas y muchas veces se van sin poder realizar sus gestiones.
"El sistema de citas para el día, no es para darle un uso habitual o masivo, sólo para casos de urgencia. Los ciudadanos no pueden esperar al último momento para renovar su documentación, deben planificar con antelación. No pueden esperar a las vacaciones o al verano para hacerlo porque entonces se crean aglomeraciones", explican fuentes de la subdelegación del Gobierno central.
Esta misma fuente explica que los funcionarios de la Policía Nacional de Indautxu no pueden prever cuánta gente se va a presentar en comisaría, pero sí ofrecen otras opciones.
El sistema de solicitud de citas fue modificado para que los usuarios puedan reservar con antelación mediante la página web (www.citapreviadnie.es) o el sistema de gestión telefónica de citas. "Este sistema de citas está pensado para ayudar a los ciudadanos, pero la mentalidad aún no ha cambiado y muchos vienen a la comisaría sin citación", explican en comisaría.
Son muchas y variadas las casuísticas que se reúnen en las colas, tanto vascos como extranjeros pasan horas a la intemperie haga frío o calor, sin un espacio donde refugiarse. "Solicitamos al Ayuntamiento una licencia de obra para instalar una marquesina, pero nos denegaron el permiso", comentan fuentes de la subdelegación. Los ciudadanos que se enfrentan a esta problemática no aguantan la situación. "Esto es inhumano, no nos permiten coger cita por internet. La cola se solucionaría poniendo a más trabajadores. Hoy he llegado aquí a las 05,00 horas y ya había 30 personas esperando", narra Alfredo, paraguayo de nacimiento. "No se trata de un caso de racismo, esa no es la cuestión en este problema, es un problema de imprevisión absoluta", concluye Jon, un bilbaino afectado por las largas colas.