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La leyenda del "Matadiablo"

La leyenda del "Matadiablo"foto: pablo viñas

El ron viejo, bebida de piratas en la literatura de navegación, es hoy un apreciado licor destilado de las cañas de azúcar. La bebida se menciona por primera vez en documentos de origen nazarí -el antiguo reino de Granada...-, pero con mayor insistencia, (sobre todo por su fama entre marineros y filibusteros...), en documentos provenientes de Barbados en 1650. Se le llamaba kill-devil (Matadiablo) o rumbullion (una palabra procedente de Devonshire, Inglaterra, que significa un gran tumulto). Volvió a nombrarse, como ensalmo que invoca a los pequeños dioses de la felicidad, la noche del pasado martes en el Museo Marítimo de Bilbao. Allí, en la delegación de la mar en Bilbao (dicho sea con permiso de la ría...) se presentó la nueva imagen del Ron Brugal Extra Viejo, con la presencia de los maestros artesanos del ron Fernando Ortega Brugal, Guillermo Abbott Brugal y Gustavo Ortega Zeller Brugal, cuarta y quinta generación de la familia se han desplazado desde República Dominicana a Bilbao para presentar, en primicia, la nueva imagen de este ron premium dominicano.

Aunque Marco Polo relatase en sus crónicas de viajes del siglo XIV que se le habia ofrecido un "muy buen vino de azúcar" en Persia, la primera destilación de ron tuvo lugar en los alambiques clandestinos de los escalvos que ocupaban las plantaciones de caña de azucar del Caribe en el siglo XVII. Ahí comenzó la leyenda del Matadiablo. Los tres maestros roneros explicaron los secretos de esta nueva botella que conserva la red y el color ámbar que le dieron fama. Lo hicieron primero en el aula de cocina del restaurante Zortziko, con Daniel García al frente, y más tarde, ya digo, en la noche del museo, donde se alternaron el ron en solitario con los combinados, desde los más tradicionales como la piña colada, los daikiris y el mojito al Trago de Frutos Secos, en el que se combina zumo de lima con jarabe de almendras, azúcar morena y algodón de azúcar o el Bruquiri de Melón.

Testigos y catadores de todo ello fueron Jon Echevarria, María Loizaga, Berta del Campo, Patxi Ortún, Michel Mejuto, Javier Urroz, atento a que la melaza no aturdiese demasiado a los presentes; Roberto Sáenz de Gorbea, África Baeta, directora de escena de la noche; Lander Mendieta, Marcelino Gorbeña, Pedro Elordui y su hija Itxaso, hecha una nazarí; Juan Carlos Martínez, rey de la coctelería; Ricardo Cruz, Amando Orbea, Sharon Mati, Violaime Roggers, Paola Piccarolo, Olivia Esteban, Isidro Elezgarai, Xabier Jon Davalillo, Olatz Candina, Oscar del Hoyo, María Mato, Vicente Cazalla, Darren Williamson, Jorge Aio y una legión de disfrutantes.