Basurto integra en un edificio el tratamiento contra el cáncer
Dos movilizaciones sindicales empañan la apertura del pabellón Aztarain
Bilbao. Los enfermos oncológicos ya no tendrán que andar de la Ceca a la Meca en el hospital de Basurto. A partir de hoy, todos los pacientes con cáncer y con problemas en la sangre serán atendidos en un solo pabellón, el Aztarain, que ayer fue inaugurado con la presencia del lehendakari, Patxi López; el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna.
El edificio, que albergará los servicios de Oncología, Hematología y Unidad del Dolor, ha sido reconstruido en su totalidad y ha conseguido ganar un millar de metros cuadrados con respecto a la estructura del viejo pabellón. El consejero de Sanidad indicó que hasta ayer el paciente oncológico se veía "obligado" a peregrinar por las diferentes instalaciones del hospital y ahora se le va a poder atender de una forma "integral". El responsable de Sanidad aportó dos datos inquietantes. La mitad de los hombres y un tercio de las mujeres desarrollarán algún cáncer, por lo que "es muy importante la labor que se va a llevar a cabo en este pabellón", que no estará a pleno rendimiento hasta dentro de varias semanas.
Eso sí, la mortalidad de esos enfermos cada vez es menor y estos pacientes se están convirtiendo en crónicos, una nueva realidad a la que los servicios sanitarios vascos se tienen que adaptar.
Bengoa destacó que el índice de mortalidad está "descendiendo" pero "esto no quiere decir que haya que seguir realizando mejoras", advirtió. "Tenemos que seguir siendo más agresivos con la detención precoz", agregó. En este sentido, hizo referencia a la reducción del consumo de tabaco en la población vasca e indicó que "la lucha contra el tabaco va a ser más firme aquí que en otras comunidades autónomas".
Por su parte, el lehendakari, Patxi López, aseguró en su discurso que "el hospital de Basurto ha dado hoy un paso en la buena dirección y se ha vuelto a situar a la vanguardia del sistema público de salud".
Destacó que la concentración de varios servicios en un mismo pabellón "mejorará la coordinación entre especialistas, lo que redundará en una mejora muy significativa en el tratamiento al paciente y supondrá mayor comodidad para los usuarios".
El alcalde de Bilbao también tomó la palabra para señalar cómo su vida ha estado "unida" a Basurto, primero como estudiante de Medicina, después como consejero -cuando se integró el hospital a la red pública-, y ahora como paciente del mismo tras haber superado un cáncer de próstata. "Desde que venía como estudiante hace más de cincuenta años hasta el día de hoy ha mejorado mucho, el comienzo de las especialidades fue fundamental aunque aún le quedan cosas por mejorar", indicó Azkuna. Como un deseo para el futuro, indicó que esperaba ver cómo en breve la UPV traslada la facultad de Medicina de Leioa "aquí, a Basurto", en el espacio triangular que ahora ocupa el aparcamiento de médicos.
La inauguración de las nuevas instalaciones estuvo empañado por dos movilizaciones sindicales en contra de la política laboral que está llevando a cabo Osakidetza. Lo primero que se encontró el lehendakari al entrar en el hospital fue una sonora pitada y una pancarta en la que se pedía que las contrataciones temporales de personal sean cubiertas por personal propio del hospital en lugar de por trabajadores externos contratados para el mismo servicio. Un representante del comité de empresa entregó sus reivindicaciones en mano al lehendakari. Después, a la salida del pabellón, López y el consejero Bengoa tuvieron que oír las protestas de trabajadores de la empresa Ambulancias Bizkaia que se mostraban "en contra de la contratación de empresas piratas de transporte sanitario" por parte de Osakidetza.
El Gobierno vasco ha invertido 8,3 millones a lo largo de los últimos tres años en la construcción y equipamiento del pabellón, que cuenta con un hospital de día, con ocho camas y una zona de preparación de medicamentos; 12 consultas externas y 40 camas de hospitalización.