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Entre el viejo y el nuevo Bilbao

La promotora Jaureguizar festeja sus primeros 25 años, en los que ha contribuido a transformar la villa

Entre el viejo y el nuevo BilbaoDEIA

Bilbao

En la memoria de los bilbainos, la plaza del Gas era un lugar donde se encontraba una fábrica y, la Alameda de Rekalde estaba cerrada por dos bloques de casas que impedían una comunicación directa con el Ensanche. Aquellas postales no tienen nada que ver con el Bilbao de hoy donde una plaza de esparcimiento ha sustituido a la fabrica y una gran avenida cruza la Alameda Rekalde. El alcalde, Iñaki Azkuna, resaltó ayer estas y otras actuaciones dirigidas por Gabriel Salaverry, consejero delegado de la empresa Jaureguizar, que ayer celebró sus 25 años.

Son algunas de las actuaciones que más destacan de esta empresa que ha trabajado de la mano del Ayuntamiento de Bilbao en proyectos de regeneración del tejido urbano. De hecho, después de más de cien años de infructuosos intentos por parte de los distintos equipos municipales se pudo realizar una de las obras más emblemáticas de la ciudad, la apertura de Alameda Rekalde. En estos momentos se encuentran embarcados en otro proceso de transformación, en Deusto, donde la actuación que están realizando en la avenida Ramón y Caja, cambiará la fisonomía de la zona y le aportará un nuevo valor al centro de la ciudad.

Los tiempos han cambiado y también los gustos de los bilbainos, aunque según Salaverry, las aspiraciones de las familias siguen siendo "básicamente las mismas" que hace dos décadas. El consejero delegado de Jaureguizar señala que la mayoría, al igual que ocurría antes, piden "una vivienda de tres habitaciones con garaje y trastero, en la ciudad". El espacio, la ubicación y la luz son los principales aspectos que se tienen en cuenta en la elección de la vivienda, según explica Salaverry que conoce bien los gustos de los bilbainos. Lo que sí ha cambiado en estos años, según percibe Salaverry, es el tiempo que se tarda en realizar las operaciones. "A diferencia de aquellos años en los que las decisiones de compra eran relativamente rápidas, donde todo eran facilidades financieras, en la actualidad se alargan mucho más en el tiempo fruto de la situación actual".

Salaverry cree que lo que se construye se vende, a pesar de la crisis. De hecho, Jaureguizar participará también en el proyecto de transformación de Zorrotzaurre, que como ayer matizó el alcalde, "tardará más o menos, pero se va a construir".

Se trata de una de las operaciones más ambiciosas que tendrán lugar en los próximos años en uno de los pocos suelos que quedan en la ciudad. A partir de entonces sólo quedará por transformar la punta de Zorrotza, último suelo disponible en Bilbao para construir vivienda nueva.