Fotógrafo de radio

YO salí de una tumba por mi propio pie!". Ese es el recuerdo que ha quedado grabado a fuego en la memoria de Roberto Zarrabeitia tras treinta y cinco años largos de profesión, una trayectoria morrocotuda y extraordinaria que no deja indiferente a nadie. "No quise acercarme al funeral por no molestar a los deudos, me subí a una lápida distante para sacar la foto y marcharme y... ¡catacrac! cedió. Monté un escándalo y dejé una sensación extraña en la viuda: no sabía si seguir con el llanto o descojonarse. ¿Tú crees que se puede olvidar algo así...?".

No, por supuesto que no. Ni esa ni otras miles de anécdotas -la del saludo a José María Aznar (no le conocía de nada...) en Baqueira Beret, cuando estaba retenido por la Guardia Civil para convencerles de que él "no era peligroso" también hizo fortuna...- que han jalonado la trayectoria profesional de Roberto Zarrabeitia, un viejo león de las cámaras que cubrió en DEIA más de un cuarto de siglo de actualidad, siempre con soluciones inverosímiles para los problemas más rocambolescos. "¡Eh, tú chaval! Si no llegas a un tema no te estreses y piensa cómo resolver. Por cierto, la mejor forma de pensar es con un vinito y un pintxo, así que para y entra en un bar...". Ese consejo voló por la redacción del periódico en mil y una ocasiones. Ahora, cuando el reloj de la jubilación le ha dado la hora con adelanto -luce los cincuentaitantos bien traídos en el DNI...-, acaban de rendirle homenaje sus compañeros de oficio, los fotógrafos de Bizkaia con los que tanta calle hizo.

"He estado a punto de no venir... ¡Para no daros envidia!". Fue cruzar la puerta del Ein Prosit donde Enrique Thate y los suyos refrescan, tantos días, a la infantería de fotógrafos y cámarasque cruzan la ciudad en un safari de imágenes, y constatarse que sí, que el viejo Zarra, El loco, había vuelto. Le saludó la vieja guardia -Maite Bartolmé, Santos Cirilo, Alfredo Alday, Bernardo Corral y Marieli Oviedo entre otros...- y los compañeros de armas, desde Oskar Martínez a Zigor Alkorta, pasando por José Mari Martínez, Pablo Viñas, David de Haro, Luis Ángel Gómez, Pedro Urresti, Iñaki Andrés y Mitxi; Mikel Martínez, Jon Bernárdez, Fernando Gómez, Mitxel Atrio, Juan Echevarria, Juan Flor, Luis Jauregialtzo, Jaltzo; Aiol, y ellas, -siempre ellas, para Zarra...-; desde las ya citadas Maite y Marieli, hasta Mónica del Valle, Marisol Ramírez, Mireia López y Gabriela Barnuevo. Hubo, además, mensajes de otros compañeros de oficio que no llegaron a la cita porque, como bien sabían todos los presentes, "la actualidad es una cabrona de tomo y lomo".

Hubo bromas y regalos -el vino de de Florentino Martínez, para no perder la costumbre...- y el tradicional aurresku de honor que José Mari Martínez, Bubu, bailó en su honor mientras el cuerpo de élite de la fotografía de Bizkaia tarareaba la melodía. Todo ante la mirada de asombro del ciclista Marino Lejarreta, de pasó esa noche por el local. Y hubo, también, la constatación de que Roberto Zarrabeitia, el hombre capaz de resolver la instantánea imposible, es un buen amigo. No hubo en la noche -y con ello me quedo...- esa fea costumbre de los unos y los otros. Fue maestro del oficio a la vieja manera. No por nada anduvo durante todo un año entrando en los grandes escenarios bajo una insólita acreditación: fotógrafo de radio. Jamás le pararon.