Mañana, el Cineclub FAS celebrará su sesión número 2000, tras más de 55 años proyectando cine en versión original en Bilbao. Para ello, y como hiciera en mayo de 1978 con motivo de la número 1.000, ha preparado una celebración muy especial. En aquella ocasión se pudieron ver dos cortometrajes pioneros del cine vasco Un drama en Bilbao y Lolita la huerfanita, de Aureliano González, así como la clásica El acorazo Potemkin, de S. Einsenstein, proyectada previamente por el FAS en plena dictadura. Ahora, 30 años después, recuperan a otro cineasta clásico, F. W. Murnau, uno de los más influyentes directores del cine mudo y referente obligatorio del expresionismo alemán, a través de uno de sus filmes menos conocido: Tartufo (1925). Cineclub FAS ha escogido esta obra porque "representa a la perfección la génesis del movimiento cineclubista en España". "Proyectada en la sesión inaugural del Cineclub Español en 1928, encabezó la corriente de renovación cultural iniciada en Francia en los años 20 y que aquí, que daría lugar al nacimiento del Cineclub FAS", señalan. Como complemento a esta celebración, los organizadores editarán un cuaderno-dosier dedicado a la historia de los Cineclubs y a la trayectoria y desarrollo del propio cineclub FAS que se repartirá entre todos los asistentes.
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