El cementerio de Bilbao reservará un espacio para la memoria histórica y ampliará la zona reservada a las inhumaciones de personas de religión musulmana, con la intención de convertirse en el cementerio de referencia en Bizkaia. Ambos proyectos están siendo redactados en este momento con el propósito de que sean incluidos en los presupuestos municipales del próximo año. El Ayuntamiento aprobará, además, este próximo otoño la ordenanza que regulará el camposanto, en el que también habrá un lugar para incinerar y despedir a las mascotas.
El cementerio de la capital vizcaina, ubicado en terrenos de Zamudio y Derio, afronta una nueva etapa en su historia, desde que fuera fundado en 1902. Se trata, sobre todo, de adaptarse a los nuevos tiempos. “Queremos que nuestro cementerio deje de ser un espacio lejano en el imaginario colectivo y se convierta en un lugar plenamente integrado en la vida de la ciudad. Un espacio de memoria, respeto y cultura, que además presta un servicio público esencial”, destaca el concejal de Salud y Consumo, y responsable de Bilbao Zerbitzuak, que gestiona el camposanto, Álvaro Pérez.
Lo hará, por una parte, con dos nuevos espacios que tratan de responder a las requisitos de este siglo XXI. Por una parte, se habilitará un lugar de memoria y dignidad histórica para las personas que fueron fusiladas y asesinadas en el contexto de la contienda que provocó el alzamiento militar de 1936. “Este memorial tiene como finalidad guardar el recuerdo, honrar la memoria y dignificar el ejemplo de quienes durante la Guerra Civil dieron su vida en defensa de la democracia y la libertad”, explica el concejal.
El proyecto podrá acoger los restos de hasta 120 personas halladas en las exhumaciones de fosas realizadas, pero también las que puedan llevarse a cabo por Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos dependiente del Gobierno vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. El memorial también incorporará paneles explicativos del proyecto y estará presidido por la escultura Duintasuna – La dignidad, de 3,50 metros, elaborada por Iñigo Arregi Elorza y que aportará Gogora, como signo identificativo de todos los espacios de memoria y dignidad que promueve el Instituto.
Vista Alegre también reservará un lugar específico para los enterramientos de las personas de religión musulmana que, según sus creencias, no pueden ser inhumadas al lado de fieles de otros credos. El cementerio ya cuenta en la actualidad con una parcela para este colectivo pero se quiere habilitar ahora una más grande. “La comunidad musulmana en Bilbao y en Bizkaia ha crecido, y este va a ser el cementerio de referencia para el territorio”, apostilla Pérez. Para ello, se inhabilitará el actual espacio para sustituirlo por otro más amplio que se destinará de forma íntegra a esta religión. El proyecto se ha desarrollado en colaboración con la comunidad musulmana y, aunque se han tenido en cuenta varios de sus requerimientos, no ha sido posible hacerlo en su totalidad. “En su día solicitaban poder hacer enterramientos con sudario pero, por nuestra legislación en materia de salud, aquí solo se puede hacer en caja”, ejemplifica el concejal.
Despedida de mascotas
El cementerio quiere ser también sensible al creciente número de familias que conviven con mascotas, habilitando un espacio para que estas personas puedan incinerar y esparcir las cenizas de sus animales de compañía en un lugar diseñado específicamente para ello. “Va a ser algo sencillo, con una fuente central y un arbolado, como tenemos en el Bosque del Recuerdo”, donde los allegados de fallecidos pueden celebrar una ceremonia íntima de vertido de cenizas de forma gratuita y asimismo ser utilizado como un lugar para el recuerdo. En él, se pone en funcionamiento un “anillo de agua nebulizada” para dar comienzo a la ceremonia y esparcir las cenizas, que se prolonga unos diez minutos aunque los asistentes pueden permanecer en el lugar el tiempo que deseen. Por efecto del agua, las cenizas son conducidas a un recipiente que se vacía de forma regular al cinerario general del cementerio, evitando de esta forma que se esparzan. “Será un lugar donde puedas ir a arrojar sus cenizas, algo que es ilegal en cualquier espacio público, y celebrar una despedida más cálida”, especifica Pérez.
Todo ello se recoge en el nuevo reglamento que el Ayuntamiento quiere aprobar en septiembre u octubre. El borrador está actualmente en exposición pública, aunque desde el Área de Salud y Consumo no creen que se vayan a recibir muchas alegaciones ciudadanas. “Es un reglamente bastante técnico, tampoco las hubo a nivel político”, aclara el concejal. De hecho, el proyecto recoge ya las modificaciones atendiendo a las 14 enmiendas de modificación, una de adición y otra de sustitución que formuló Elkarrekin Bilbao. “Se solicitó eliminar toda señalética e iconografía cristiana porque es un cementerio laico. Sin embargo, el camposanto data de 1902 y esa simbología es parte de su historia, como el nombre de algunas calles. Donde se realizan las incineraciones y las despedidas no hay ninguna”, apunta.