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Los comercios de Bilbao hacen balance tras el apagón masivo: "La gente se volvió loca"

Ante el miedo de pasar toda la jornada sin suministro eléctrico, muchos bilbainos se lanzaron a las tiendas para conseguir alimentos con los que poder subsistir en caso de emergencia

Bizkaia recobra poco a poco la normalidad tras el apagón eléctricoMiguel Acera /Pankra Nieto / Oskar González / Markel Fernández

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Pasaban unos minutos de las 12.30 horas de este lunes cuando la luz desapareció de todos los comercios de Bizkaia. En instantes, el temor y el desconcierto se instalaron entre sus propietarios, intentando encontrar la forma de preservar sus productos refrigerados y de seguir trabajando sin la electricidad, uno de los bienes más imprescindibles en la sociedad actual como se demostró este lunes. 

Ante el miedo de pasar toda la jornada sin suministro eléctrico, muchos bilbainos se lanzaron a las tiendas para conseguir alimentos con los que poder subsistir en caso de emergencia. Por ello, muchas panaderías de la Villa agotaron existencias en poco tiempo, mientras que las demás registraron grandes colas.

Bizkaia recobra poco a poco la normalidad tras el apagón eléctrico

"La gente se volvió loca, nos recordó a la época del covid", afirma una trabajadora de Labeko Okindegia, una conocida panadería del Casco Viejo. El gran problema al que tuvo que enfrentarse este tipo de negocios fue que su género fresco pudiera aguantar sin refrigerar con las altas temperaturas que se registraron. "Tuvimos que tirar la masa que teníamos hecha para este lunes. Después tuvimos miedo a no poder preservar lo del día siguiente aunque la luz volvió pronto y pudimos salvar la mayoría", confiesa aliviada.

Otro de los aspectos en lo que más repercutió el apagón masivo fue en las formas de pago, ya que los datáfonos se volvieron inservibles a partir de las 12.30 horas. "Tuvimos que cobrar a la antigua usanza, en efectivo. En otros locales fue peor ya que, como nos contaron algunos clientes, en otras panaderías no aceptaban más que las monedas exactas ya que se quedaron sin cambios", señala.

Bizkaia recobra poco a poco la normalidad tras el apagón eléctrico

Algo parecido sucedió en los comercios del Mercado de la Ribera, que vivieron en primera persona los efectos de este 'blackout' histórico. La fortuna les sonrió, en parte, porque los lunes las pescaderías no suben sus persianas, y el resto de puestos solo lo hace durante la mañana. "Pensamos que iba a ser un corte de luz local aunque con el paso del tiempo se empezaron a escuchar rumores de que también estaba sucediendo en el resto del Estado y la gente empezó a tener miedo", apuntan desde la carnicería Pedro Mari.

Este puesto pudo salvar su género gracias a que el suministro eléctrico regresó en poco más de una hora. "Nos fuimos tranquilos a casa una vez que volvió la luz, aunque con el susto en el cuerpo. Fue algo muy inesperado", explican los propietarios.