La marea rosa lo ha vuelto a hacer en Bilbao. La novena edición de la carrera organizada por Acambi y el gimnasio Urtzi, que el año que viene cumplirá una década de marchas solidarias, ha reunido a 10.000 personas para correr contra el cáncer de mama en los alrededores de la ría.

Algunos de los presentes han hecho el recorrido en menos tiempo y otros en más, pero ese no es el objetivo de la celebración de este día. La clave de la jornada que se celebra anualmente es la de fomentar la práctica del deporte mientras que, al mismo tiempo, se apoya a la investigación de la enfermedad que está llevando a cabo en el Centro CIC BioGUNE de Zamudio la doctora María del Mar Vivanco. En esta ocasión, se han recaudado 55.500 superando así la cifra del medio millón de euros.

Bajo el mensaje de autoexploración “Tócate”, que se ha podido leer en las camisetas, miles de personas como la familia Gómez Bataller, compuesta por Cristina, Alfonso, Nora e Iker han participado en la marcha solidaria. “Hemos venido porque yo he sido paciente, me diagnosticaron hace un año”, señala Cristina Bataller. En esta dirección, especifica que “es un día muy emocionante” e indica que “hay muchas mujeres que sufrimos cáncer de mama, entonces hay que darle visibilidad”.

"Es importante colaborar"

Por otro lado, especifica que “queda mucho por hacer” y reivindica “más dinero para la investigación”. “Es un día para reivindicar los tratamientos y que la gente se conciencie de la enfermedad”, expone Marisa Fernández, acompañada de Iñaki, June y Ander Fernández. “Algunos lo vamos a hacer corriendo y otros andando, lo importante es dar visibilidad y colaborar en lo que se pueda”, añade Fernández.

“Somos habituales todos los años”, han expuesto Pili Domínguez, Mari Jose Girón, María Jesús Ruiz, María Blanco y Olvido Blanco. Han adelantado que “en unos días vamos a la de Muskiz”. Su implicación con la prueba organizada por Acambi y el gimnasio Urtzi se debe a que, “por desgracia”, han padecido cáncer de mama. “Bueno por suerte porque estamos aquí”, replica una de las mujeres del grupo. “Siempre hay que mirar la parte buena, venimos aquí a disfrutar del día, nos olvidamos de todo, lo pasamos bien y mañana será otro día”, apostillan.

Mikel Reyes, afectado por la enfermedad, ha querido lanzar un mensaje en un día “muy especial viendo la gente que se vuelca con nosotros”. “Si alguien nota algo sospechoso o le dan un diagnóstico de cáncer de mama no estamos solos”.

Evento "multitudinario"

“Cuando nosotros vemos que realmente ha muchísima más gente alrededor que también están pasando por este proceso nos sentimos acompañados”, apostilla Mikel Reyes antes de tomar la posición de salida. 

Ante los presentes en la explanada del Guggenheim Bilbao, lugar en el que ha comenzado el recorrido que ha acabado en la misma ubicación, la doctora María del Mar Vivanco ha agradecido la asistencia y ha incidido en que “hay muchísimo trabajo por detrás” para la preparación del evento “multitudinario”.

Sorprendida por la respuesta que recibe el evento anual, señala que es fundamental el apoyo que se está dando a la investigación ya que “nos da esperanza para continuar mejorando todo lo que se conoce sobre esta enfermedad. “Quiero agradecer a cada persona que está aquí por el apoyo que nos brinda”, reitera María del Mar Vivanco.

"Movilizar 10.000 personas no es fácil"

Han vuelto a incidir en el mensaje de la autoexploración. Esther Barrón, una de las participantes y organizadoras del evento especifica que “tenemos que conocer nuestras mamas y cualquier cambio que detectamos nosotros es algo que nos puede dar una señal de que algo no está bien”.

El éxito del evento es total, preguntada por este periódico por la ampliación de inscripciones de cara a la cita que se preparará para el año que viene afirma no poder tirarse “a la piscina”. El evento tiene su sitio y “es verdad” que movilizar 10.000 personas “no es fácil”. No habrá respuesta hasta el año que viene.

Reducir edad de cribado

Minutos antes de que comience la carrera, la presidente de Acambi, Anabel Jiménez, ha agradecido la asistencia de las y los participantes en la lucha contra el cáncer de mama.

Para ello, antes de que hayan comenzado los cinco kilómetros de prueba, solicita que la edad de cribado se vea reducida a los 45 años, para que se quede establecido entre la edad citada y los 74 años. “Es así en la Unión Europea”, justifica Jiménez.

Además, recuerda que el 75% de tumores se detectan a través del método de la autoexploración. En este sentido, anima a la autoexploración del pecho desde los veinte años porque es importante para obtener un “diagnóstico precoz” al mismo tiempo que “evitaría muchísimos cánceres que van a más”.