El emplazamiento de las empresas Sader y Profersa dentro del núcleo urbano de Bilbao es motivo de debate habitual en el seno del pleno municipal. De hecho, el acuerdo obtenido el pasado mes de marzo ha posibilitado que el Gobierno vasco haya instalado dos medidores de calidad del aire, uno en Zorrotza y otro en Elorrieta, que están operativos, respectivamente, desde el 7 y el 19 de junio. Paralelamente, según ha aseverado este jueves Asier Abaunza, concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, el Ayuntamiento instalará su propio medidor en Zorrotza el próximo 3 de julio. A pesar de ello, el concejal ha insistido en que “no hay riesgo grave de accidente químico en Zorrotza”, basándose en la directiva europea que se aplica a empresas que manejan componentes peligrosos.
Abaunza ha querido transmitir tranquilidad a la población después de que el Gobierno vasco ordenara el pasado 13 de mayo la paralización cautelar de la actividad de Profersa, tras dos incidentes con emisiones protagonizados por la fábrica en el plazo de 15 días. “Traslademos información y no alimentemos miedos”, ha instado el edil. En ese sentido, ha reconocido que “la recomendación de cerrar ventanas y no salir a la calle” de SOS Deiak cuando ocurrieron los accidentes pudo generar alarma. Sin embargo, ha defendido que dicha advertencia hubiera sido la misma en el caso de “un incendio en una fábrica de juguetes de plástico”. Ello, ha asegurado, no implica que conllevara un riesgo. “El que una sustancia sea o no peligrosa y requiera un tratamiento especial está amplia y rigurosamente regulado. En esta planta se está cumpliendo lo que establece la normativa”, ha indicado.
Así, el equipo de gobierno ha aprobado una enmienda para “continuar con la tramitación de la ordenación urbanística de Punta Zorrotza” además de “estudiar con las empresas Sader y Profersa la posibilidad de su salida anticipada del ámbito”. En ese sentido, Abaunza ha recordado que, en los últimos meses, el grupo al que pertenecen ambas empresas, Agaleus, ha dado pasos para trasladar la actividad de Sader, consistente en el tratamiento de residuos, a una parcela del Puerto de Bilbao a partir de diciembre de 2026. Por ello, teniendo en cuenta que el Parque de La Jabonera es un proyecto que se va a abordar este mismo año, Abaunza ha defendido que hasta que las empresas abandonen Bilbao –lo que espera que ocurra antes de lo previsto– se haya ideado el proyecto urbanístico teniendo en cuenta su presencia.
La preocupación que generan ambas empresas se ha debatido, en esta ocasión, a propuesta de Elkarrekin Bilbao, que ha defendido un protocolo municipal de emergencias frente a accidentes en el entorno de ambas empresas. Ana Viñals, portavoz de la formación morada, ha expuesto que el hecho de que no estén catalogadas como plantas peligrosas no implica que el Ayuntamiento no pueda contar con un protocolo específico. Karlos Renedo, concejal de EH Bildu, ha tildado de “déjà vu” la enmienda del equipo de gobierno, idéntica, a su juicio, a la votada en febrero. Por ello, ha insistido en que “lo importante no es que se pongan medidores, sino que las empresas salgan de la ciudad”. Por su parte, Ángel Rodrigo, concejal del PP, ha calificado de “urgente” la salida de estas empresas. “Una de ellas parece que ya tiene una salida planteada, pero quizás tenemos que poner el interés en qué va a pasar con la otra empresa”, ha declarado el edil, quien ha cuestionado que se prevean muros de cuatro metros en el futuro parque que separen la actividad de las plantas.