Bilbao se recuperaba en 1984 de las terribles inundaciones que habían asolado la ciudad un año antes y el Athletic surcaba la ría en gabarra al hacer doblete con los títulos de Liga y Copa. Era una ciudad completamente diferente a la de hoy en día: una en la que solo existían cuatro bibliotecas, el polideportivo de Txurdinaga acababa de abrir sus puertas para acompañar al hasta ese momento único complejo deportivo de Artxanda, se estrenaban los primeros contenedores de vidrio, la inspección médica recorría los colegios para examinar las cabezas de los más pequeños en busca de piojos y un kilo de plátanos se vendía, en Mercabilbao, a 93,10 pesetas el kilo. No hacer falta que lo calcule: son 56 céntimos de euro. En pocos lugares los encontrará hoy por menos de dos euros. Cierre los ojos, eche la vista atrás y retroceda con nosotros cuarenta años en el tiempo.

Educación

Ocho comedores para 904 alumnos

La memoria municipal del Ayuntamiento de Bilbao de 1984 contabiliza, bajo el epígrafe Religión y Cultura, un total de 59 colegios públicos en la villa, en los que estudian 29.062 alumnos. Hoy son 67, entre 33 de Infantil y Primaria, 18 de ESO y 16 haurreskolak. Quizá lo más curioso es comprobar cómo, en aquella época, solo 904 alumnos utilizaban los ocho comedores escolares abiertos en los centros escolares de San Francisco, Luis Briñas, Cervantes, Cardenal Gardoqui, Félix Serrano, Basurto, Torre Urizar y Uribarri. Las inundaciones habían dejado inutilizados los de García Rivero y Viuda de Epalza. Era una época en la que la mayoría de los escolares volvían a casa a comer antes de reanudar las clases vespertinas. Los institutos en los que se podía cursar bachillerato eran ocho: Miguel de Unamuno (masculino y femenino), Gabriel Aresti, Recaldeberri, San Ignacio, San Adrián, Deusto y Churdinaga, a los que se sumaban otros cinco centros de formación profesional: San Ignacio de Loyola, Churdinaga, Escurce, Santos Juanes y Fray Juan. Aquel año, el Ayuntamiento otorgó cinco millones de pesetas en ayudas a todos los centros públicos, incluidas ikastolas, para la compra de libros, y hubo que conceder 420.000 pesetas a los de Elejabarri, Olaveaga (sic), Luis Briñas y Siete Campas para reponer el material robado.

Matadero de Zorroza

520.674 cabezas sacrificadas, sobre todo corderos

Habrá quien hoy en día ya no lo recuerde, pero en Zorroza hubo un matadero que estuvo en funcionamiento hasta 2010. En 1984 se sacrificaron allí 520.674 cabezas de animales, principalmente corderos lechales (217.999), conejos (137.202) y aves (62.421) pero también 2.587 cerdos y 327 potros. Era una época en la que todavía se estilaban las txarribodas: ese año se sacrificaron 22 cerdos en domicilios particulares, según recoge la memoria municipal. El capítulo de Abastos lo completan los nueve mercados municipales que mantenían abiertas sus puertas –Ribera, Ensanche, Castaños, La Peña, Santutxu, Arangoiti, Trauco y Mena– a los que se sumaban los de Ocharcoaga, Abando, San Ignacio y Deusto, en régimen de concesión.

Seguridad

26 fallecidos en accidentes de tráfico, diez por atropello

Es, quizá, una de las caras más amargas cuando se echa la vista atrás. Hace cuarenta años, fallecieron en Bilbao 26 personas en accidentes de tráfico, diez de ellas como consecuencia de atropellos. En total, se registraron 2.844 accidentes de tráfico; el año pasado fueron 1.457, con un fallecido que todavía se investiga si murió a causa de la colisión. Se interpusieron 149.288 multas de tráfico y la grúa retiró 9.534 de la vía pública. ¿Saben cuántos se llevaron al depósito el año pasado? 4.735 vehículos, prácticamente la mitad. En el apartado de seguridad, también hubo 597 detenidos –echen cuentas para alcanzar las 4.184 cuarenta años después–, 1.031 denuncias por agresiones, 815 por robos e intentos de robo, una por secuestro y tres por asesinato. Ah, y los policías municipales tuvieron que a atender a 180 personas “intoxicadas” en la vía pública y a 59 “accidentadas en fiestas”.

Ayuntamiento

Diez tenientes de alcalde, solo dos mujeres y 12 distritos

La propia organización administrativa de Bilbao también ha cambiado en estos cuarenta años. La ciudad, por ejemplo, se divide ahora en ocho distritos que en 1984 eran doce: Deusto, Santiago, Atxuri, Begoña, Bilbao La Vieja, Estación, Abando, Diputación, San Vicente, Hospital y Zorroza. El duodécimo, ya desanexionado, había sido Erandio. El más poblado, por cierto, era el mismo que hoy en día: el número 5, que actualmente corresponde a Ibaiondo, entonces Begoña, y que está compuesto por Casco Viejo, Iturralde, Solokoetxe, Atxuri, La Peña, Bilbao La Vieja, San Francisco, Zabala, San Adrián y Miribilla. En el propio Ayuntamiento, aunque la corporación estaba conformada por el mismo número de concejales, 29, los tres tenientes de alcalde actuales se elevaban hasta la decena y solo había dos mujeres en el pleno: Rosa Álvarez (PSE) y Saturnina Abon (HB). Los plenos, en lugar del último jueves de cada mes, se celebraban el primero.

Salud

Servicio de desinfección e inspección médica escolar

El Servicio de Desinfección funcionaba todavía en Bilbao: a lo largo de 1984 llevó a cabo 109 desinfecciones de domicilios particulares, 1.450 de establecimientos municipales, 226 de coches patrulla de la policía, 1.012 de ambulancias y seis de taxis. Se recogieron 324 perros abandonados o perdidos de la calle, y quedaron en observación, por haber mordido a alguna persona, 266 perros, tres gatos y... ¡un mono! La inspección médica escolar también actuaba en el entorno de los colegios: revisaron las cabezas de 32.677 en busca de piojos. No constan los datos de ese año en la memoria, pero sí en la de 1983: en una de cada diez melenas se hallaron pipis. En la escuela de Arriagas se localizaron 35 casos de desnutrición y falta de higiene, y los médicos eligieron a 339 niños y 328 niñas para realizar cursillos de natación en el Club Deportivo de Bilbao. ¿Alguien recuerda las casas de socorro? Se trataba de dispensarios municipales donde se atendía, con médicos y ATS, a la población. Además de la del hospital de Basurto, en Bilbao funcionaban otras tres: Conde Mirasol (atendió a 6.191 personas a lo largo del año), Ensanche (5.365) y Ocharcoaga (6.111).

Limpieza

Se estrenan los primeros 66 contenedores para vidrio

En una época en la que la basura todavía se depositaba en plena calle, en el suelo –con unas limitaciones de horario, eso sí, solo estaba permitido hacerlo por la noche–, Bilbao estrenó ese año sus primeros contenedores exclusivos para vidrio, el primer material que empezó a reciclarse. La “colocación experimental” permitió recoger 41.340 kilos de este material de color y 950 del blanco. La previsión era colocar más hasta alcanzar los 400. Los bilbainos generaron ese año 116.824,9 toneladas de residuos –aquí se incluyen las basuras generadas en los domicilios, comercios y mercados, pero también el barrido de las calles, la limpieza de la ría y sus escaleras...–, que se derivaban al vertedero de Artigas. En una época en la que las fábricas eran un vecino más en la ciudad, el servicio de Inspección de Industria actuó en un millar de ocasiones por denuncias de los vecinos.

Beneficencia

Albergues de transeúntes y menores protegidos

El epílogo se lee tal cual: Beneficencia. Se recopilan bajo este epígrafe los 240 menores de cuya estancia en centros benéficos se hace cargo el Ayuntamiento, “por circunstancias que concurren en sus personas o familias”. En el Colegio Amor Misericordioso de Bilbao, sí, pero también en el Jesús María de Ibarra de Orozko, el Ponce de León de Madrid o San Pablo de Cuenca. El albergue de Elejabarri se denominaba “albergue de transeúntes” y en él pernoctaban una media de 42 personas al día, 3.972 al cabo del año. Funcionaban ya las duchas públicas de General Concha, que usaron 41.001 personas: 38.580 hombres y 2.421 mujeres.”.

Deporte

Se estrena el polideportivo de Txurdinaga

Durante años, el de Archanda (sic) fue el único gran polideportivo que existía en Bilbao. Aquel año se estrenaron las nuevas instalaciones de Txurdinaga pero la memoria solo hacer referencia a la primer “ciudad deportiva”: 137.400 usuarios, frontones “totalmente ocupados” desde las 10.00 horas y las 14.00 los sábados, y una ocupación del 70% en las canchas de tenis.

Y, ¿el tiempo?

183 días de lluvia, prácticamente la mitad del año

Seguro que habrá escuchado que en Bilbao ya no llueve como antes... Y va a ser verdad, al menos teniendo en cuenta los 183 días de lluvia, prácticamente la mitad del año, que recoge la memoria municipal de 1984. Algunas curiosidades más antes de volver al futuro. En la ciudad solo existían cuatro bibliotecas municipales: la de Bidebarrieta, la principal, y tres “populares” en San Francisco (con 4.014 “lectores”), Ocharcoaga (6.580) y San Ignacio (5.754). En Aste Nagusia –con Tete Montoliu como artista estrella–, las barracas, 42 en total, todavía se instalaban en Luis Briñas, y Viviendas Municipales contaba entonces con 654 inmuebles y 101 locales. Aquel año hubo cinco incendios forestales, se colocaron en la calle 400 bancos tipo Bilbao, se podaron 2.187 árboles y se plantaron otros 2.548 en la vía pública, además de otros en monte Arraiz, Avril, Arnotegi y Pagasarri.