Prueba conseguida. Bilbao ya puede presumir de contar con el rascacielos residencial más alto de Euskadi, al menos en cuanto a su estructura se refiere. Anboto Dorrea, la quinta torre que se construye en la Operación Garellano, ha culminado la construcción de esqueleto de hormigón alcanzando los 119 metros.

Una distribución en vertical en la que se están generando en total las 166 viviendas previstas en 32 plantas por encima de las tres más bajas, las cuales albergarán usos comerciales todavía por determinar además de otra altura con espacio para los vecinos de la torre que incluirá txoko, gimnasio y piscinas, entre otros servicios comunitarios.

El cenit del rascacielos se alcanza según el calendario previsto por Anboto Dorrea, el nombre comercial dado a la cooperativa de propietarios que está siendo gestionada por el Grupo Arrasate, especialista en estos proyectos donde los futuros moradores son a la vez promotores.

Una ondeante bandera del Athletic es el emblema elegido por la empresa constructora Vusa para informar a los miles de peatones que utilizan la plaza ante la Intermodal que ya se ha alcanzado el objetivo.

Esta empresa radicada en Galdakao fue la elegida por los cooperativistas para continuar los trabajos de la torre después de que hace más de un año el tajo quedara parado tres meses. Ocurrió que Construcciones Urrutia, la firma a la que se le adjudicó el proyecto, renunció a acabar el edificio ante la imposibilidad de hacerlo con el presupuesto inicial acordado llave en mano con la cooperativa. En mayo pasado se firmaba un nuevo contrato por un montante cercano a los 25 millones de euros para entregar la torre en 17 meses a partir del 1 de junio.

Y parece que los plazos se cumplen. En la última asamblea del pasado mes, se informó de la situación de la obra teniendo adjudicado ya casi el 84% del trabajo de los gremios que desde hace varios meses ya están operando en el interior del rascacielos.

También se informó del contrato firmado entre Anboto Dorrea y Vusa para acometer la urbanización de todo el entorno del edificio y su integración en la plaza Profesionales Sanitarios, a la que mira la fachada escalonada, y la calle General Eguía, que discurre por detrás de la torre.

Inicio de la urbanización

El compromiso es empezar este tajo esta semana con el objetivo de finalizar en diciembre. Es el mismo mes que se baraja para que el constructor entregue el edificio. Luego habría que llevar a cabo todo el proceso de obtención de las licencias municipales para que se puedan ocupar las viviendas. Serán tres meses, hasta marzo del año próximo, en los que los dueños podrán acceder por fin a sus viviendas para poder tomar medidas para colocar armarios y cocinas. Esto posibilitará que, con la cédula de habitabilidad en la mano, los gremios de instalación entren cuanto antes para la posterior ocupación de las viviendas por parte de los 163 cooperativas que, tras múltiples retrasos y avatares, están deseándolo. No son todos. Quedan tres propiedades por vender, son las más caras, tres duplex que ocupan las plantas 35 y 36, las que coronan el rascacielos con unas vistas increíbles de todo Bilbao. Los precios varían entre 973.451 euros y los 1,3 millones de euros, en función de la superficie que oscila entre 116 y los 185 metros cuadrados. Los tres además cuentan con cerca de 25 metros cuadrados de terraza. l

Al detalle

División de la estructura viviendas y zonas comunes

El edificio levantado es una torre con 32 plantas para un total de 166 viviendas en régimen de cooperativa. Las 3 primeras plantas estarán dedicadas a equipamiento comercial, y una cuarta contará con diverso equipamiento comunitario para los vecinos.

Un año desde el parón tras cambiar el contrato inicial

En marzo se cumplió un año del parón al que se sometió la obra tras decidir la cooperativa de propietarios rescindir el contrato con la constructora Urrutia, adquirida por el grupo Urbas, la cual cambio las condiciones económicas del contrato inicial. La continuación de la obra es del grupo Vusa.

A la espera de la fachada para determinar su imagen

Con la estructura culminada resta saber cual será la imagen final de las fachadas del rascacielos y sobre todo los colores que determinarán su estética. Una primera prueba ya se ha hecho colocando un balcón en el primer piso con tonos azules.

La cifra

119 m.

Ya se ha convertido en la torre residencial más alta de Euskadi al alcanzar los 119 metros con su estructura concluida. También es el segundo rascacielos  construido en Bilbao tras la Torre Iberdrola dedicada a las oficinas. El bloque albergará 36 plantas entre viviendas y zona comercial de la zona baja.