Jon Peli llegó a Olabeaga hace 24 años y medio. Puso en marcha un negocio del que el barrio carecía y que era realmente necesario. Se convirtió en la única farmacia de una zona de Bilbao que define como “tenebrosa” en el momento de su llegada. Aún así, es ambicioso y espera que de cara al futuro Olabeaga sea “el Brooklyn enfrente de Manhattan”, haciendo referencia a las obras de Zorrotzaure, al otro lado de la ría. Joserra lleva toda la vida trabajando en su propio negocio ubicado a escasos metros de la ría. Los cambios que se han llevado a cabo han dado paso a que hayan dejado de ver coches de paso para observar a personas ajenas al barrio disfrutando del largo paseo de la ría. “Antes había un muro, ahora hay un paseo maravilloso”, ilustra Joserra.
“Ahora se ve más gente de fuera del barrio; antes había un muro, ahora hay un paseo maravilloso a lo largo de la ría”
Itxiar, vecina de 82 años, ve con buenos ojos el progreso y la adaptación al resto de barrios modernos, aunque echa de menos el comercio que había hace años en Olabeaga. “Hay más gente pero no se ve”, admite, recordando los momentos en los que hace años las cuadrillas pasaban las tardes en la calle. “Las personas van a trabajar y no hacen vida social en el barrio”, coincide Joserra. Con todo, los vecinos esperan que su Olabeaga de toda la vida no se convierta en una ciudad dormitorio, como ocurre en otros municipios.
Comunión vecinal
Para evitar que la vida en el barrio desaparezca, la comisión de fiestas Olabeagako Jai Batzordea está haciendo todo lo posible para animar el día a día mediante actividades que unan al barrio y que inviten a salir a la calle y disfrutar: “Queremos que el barrio vuelva a ser lo que era antes”, confían Álvaro y Jon, miembros de la comisión. Recientemente, reunieron a los vecinos en una comida popular en la que disfrutaron no solo de las viandas sino también de la posterior fiesta que se celebró en el centro cívico.
Próximamente, en busca de un barrio de Olabeaga que viva en unión y armonía, la comisión de fiestas está trabajando para traer un cartel de fiestas inmejorable que dará comienzo el próximo 9 de septiembre con el objetivo de que permanezca en la memoria de cada vecino “por mucho tiempo”.
“En el centro cívico se deberían ofrecer facilidades a personas mayores con dificultades para moverse”
“Antiguamente vivíamos bien”, admite Itxiar. Lo que ahora se conoce como centro cívico, hace no tantos años era la escuela donde las y los jóvenes forjaban su futuro. Jon Peli en la actualidad lo ve “desaprovechado” y cree que debería ofrecer al barrio facilidades que ya tuvo años atrás, sobre todo a personas mayores que tienen dificultad para moverse. “Hace falta, por ejemplo, un dispensario”, plantea.
Olabeaga era un barrio que se había quedado un tanto atrás en cuanto a obras de accesibilidad, teniendo en cuenta el trabajo que ya se había llevado a cabo en otras zonas de Bilbao. Por ejemplo, uno de los parking con multitud de lugares para aparcar, bastante cotizado, sobre todo cuando juega el Athletic por su cercanía al estadio, se ha construido sobre un terreno en el que hace años solo había chabolas y maleza.
El transporte es otro de los temas que preocupa al barrio. Aunque se haya mejorado el servicio de autobús, viéndose reducida en 10 minutos la frecuencia, ven con buenos ojos la llegada de una posible parada de tranvía o metro cuando estos medios de transporte lleguen a Zorrotzaure. “Hagan lo que hagan, no me gustaría que usen Olabeaga como zona de paso”, sentencia Joserra, pidiendo que se adapte una parada que haga un servicio real al barrio. Además, los vecinos, piden un cajero para poder hacer operaciones bancarias sin la necesidad de tener que ir al centro de Bilbao.
Mejoras de Olabeaga
El barrio ha pasado, en menos de 15 años, de ser una zona en la que la única vida que existía estaba protagonizada por los vecinos, ya que no acudía ningún extranjero al barrio, a ser uno de los barrios más transitados de Bilbao. Todo comenzó en 2009, con la eliminación de la carretera que unía Olabeaga con Zorrotza, sustituyéndola por una zona peatonal. La limpieza de la ría también ha sido clave, ya que se ha conseguido eliminar el mal olor que se generaba.
La obra del parking gratuito hizo posible que cualquier persona que viniese a trabajar o a estudiar, véase los universitarios, accedieran al barrio para aparcar su vehículo privado y dirigirse después a su destino. A eso ayuda, y mucho, que en el ámbito del transporte Olabeaga esté conectado con el centro de Bilbao, mediante autobuses con una frecuencia de 20 minutos, o el tren.
En un futuro no muy lejano, se espera que las vías de tren sean soterradas con el objetivo de disminuir todo lo posible el ruido que ocasiona el paso del tren cada cinco minutos, de media. Por encima de ese soterrado se espera la construcción de nuevas viviendas que incrementará la población de Olabeaga.