El Ayuntamiento de Bilbao ha rendido este jueves un emotivo homenaje al comparsero de Moskotarrak Pedro Prieto, histórico de Aste Nagusia desde sus primeras ediciones y uno de los impulsores de sus concursos gastronómicos. "Una figura incondicional de nuestra fiesta, que si destaca por algo es siempre por su generosidad, por su entrega, por ser un icono de nuestra Aste Nagusia. Una persona entrañable", se ha referido a él el alcalde, Juan Mari Aburto, antes de hacerle entrega de un pequeño recuerdo y fundirse ambos en un abrazo.

Inconfundible con su característico canotier y su sonrisa eterna, Prieto ha estado ligado a Aste Nagusia desde aquella primera edición de 1978, primero en la Araba Etxea y posteriormente en la comparsa Moskotarrak. "Le queremos distinguir por dinamizar Aste Nagusia como espacio gastronómico y como espacio de participación", le ha agradecido el alcalde.

Declaraciones de Pedro durante la recepción a la sociedad bilbaína en el Ayuntamiento

Declaraciones de Pedro durante la recepción a la sociedad bilbaína en el Ayuntamiento Borja Guerrero

Prieto se ha dirigido en primer lugar a su familia, presente en el acto, "que han sido los que más han sufrido esto": su mujer Silvia, su hijo Iker, su nuera Norma y sus dos nietas, Maitane e Ixone. Marmitón en el Ciudad de Compostela - "fabricado y botado por cierto en La Naval de Sestao"- en el que se enroló con apenas 16 años, le entró entonces una afición por la cocina que nunca ha abandonado desde entonces. Ya como presidente de la extinta Araba Etxea, unos años después "tuve el honor" de participar en la primera Comisión de Fiestas de 1978; finalizados aquellos días, en septiembre, nace su comparsa de toda la vida, Moskotarrak. "En aquel año ya nos presentábamos a concursos gastronómicos, marmitako y esas cosas, con 22 años que tenía yo entonces", ha rememorado.

Prieto ha tenido palabras de recuerdo para José Luis Iturrieta, "gran gastrónomo, mejor persona y gran periodista del periódico DEIA". Junto a él, y viendo que las noticias por las que era conocida Aste Nagusia "no eran precisamente imágenes festivas y como bilbainos nos dolía", se decidieron a darle la vuelta a la situación. "En aquellos años los concursos eran tres días y tanto la hostelería como el Casco Viejo no es lo que es en estos momentos, había muchísima menos gente", ha destacado. A aquella aventura se fueron sumando otros amigos como Kepa Freire o Aitor Elizegi, sumando más días de concurso a la cita gastronómica hasta completar los 7 días actuales y otras actividades como el Gastrotxiki o catas de txakoli.