Tacones que molestan al andar por la noche, el volumen de la televisión alta, discusiones con tono elevado, falta de educación en un grado superlativo... Problemas de ruido. Precisamente, para atender esos conflictos que generan "alarma social" y que trascienden la dificultad entre dos vecinos/as, impactando negativamente sobre toda la comunidad o, incluso, afectando al espacio público, Bilbao ha impulsado los Equipos de Gestión de Conflictos en varios barrios de Bilbao. El últimoha empezado a intervenir hoy mismo en Uribarri. El fin que persigue este servicio del Observatorio de la Convivencia es evitar que los problemas se judicialicen.

Dicen los propios abogados que más vale un mal acuerdo que un buen pleito. Esta filosofía aplicada a una comunidad de vecinos tiene un doble trasfondo porque el acuerdo favorecerá una convivencia imprescindible en el día a día de cualquier inmueble.

En los últimos 4 años, anualmente se cierran una media del 55% de los casos por haber sido resueltos de forma total o con una amplia mejora de la situación. Según explican desde el Observatorio, "ningún caso se da por imposible, sino que algunos tienen un dificultad mayor e implican por tanto un mayor recorrido y necesidad de atención para llegar a su resolución".

El pasado año 2021, se abordaron 85 casos en los Equipos de Gestión de Conflictos, de los cuales se cerraron 44 por haberse solucionado el problema de forma total o parcial mediante una mejora sustancial de la situación. La mayoría de los casos (60%) vienen derivados por un Área municipal, el 16% por iniciativa propia de vecinos o vecinas, el 16% por Administraciones de Fincas y el 8% por asociaciones. Igualmente, se atendieron 6 casos fuera de los Equipos de Gestión de Conflictos, en general de intervención más breve y con menor impacto social.

En cualquier caso las cifras son considerablemente inferiores a lo que ocurría hace cinco años cuando se registraban una media de 130 conflictos años. Lo que no ha cambiado son las causas. El ruido era y sigue siendo el mayor problema en las comunidades de vecinos.

El último barrio que ha incorporado un Equipo de Gestión de Conflictos es Uribarri, para atender las demandas de intervención y mediación que se plantean en el barrio.

El servicio parte del Observatorio de la Convivencia del Consistorio, que actualmente depende del Área de Cooperación, Convivencia y Fiestas, y tiene por objetivo mejorar la convivencia ciudadana a través de la identificación y resolución temprana de los conflictos que surgen en el municipio.

Hasta la fecha, el Consistorio bilbaino había puesto en marcha cuatro Equipos de Gestión de Conflictos con carácter permanente: uno está presente en el barrio de Otxarkoaga, otros en la zona que engloba Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, también uno interviene en el Casco Viejo y otro en el barrio de Zorrotza. Estos equipos se reúnen con una periodicidad mensual, pero la coordinación entre sus componentes es continua para dar seguimiento a los casos.

El quinto de los equipos, que actuará en el barrio de Uribarri, tras sentar las bases para el diagnóstico e intervención en la zona, se ha reunido hoy en una primera sesión de trabajo a la que asistió la concejala de Cooperación, Convivencia y Fiestas, Itziar Urtasun, y la concejala de Seguridad Ciudadana, Amaia Arregi. Dos áreas municipales que trabajan de manera estrecha y coordinada, combinando sus competencias y capacidades para la mejora de la convivencia ciudadana.

El Observatorio de la Convivencia de Bilbao ofrece una forma de gestión de los conflictos mediante el diálogo y la búsqueda de consensos como alternativa al litigio judicial. En este sentido, Itziar Urtasun explicó que "la misión del Observatorio de la Convivencia es favorecer la cohesión social y el bienestar de la ciudadanía de Bilbao a través de políticas y estrategias que favorezcan la convivencia en la ciudad, todo ello enmarcado en la Carta de Valores de Bilbao, el Pacto por la Seguridad, el Plan Bilbao Ciudad Intercultural y el resto de compromisos y planificaciones municipales".

El Observatorio se apoya especialmente en el trabajo conjunto y coordinado entre áreas y entidades municipales, Acción Social, Seguridad Ciudadana, Inmigración, Surbisa y Viviendas Municipales. De este modo, y gracias a la coordinación e intervención de los distintos agentes, se aumenta la eficacia en la detección, análisis y gestión de los conflictos comunitarios.

Precisamente, y para atender esos conflictos que generan "alarma social", aquellos que trascienden la dificultad entre dos vecinos/as, impactando negativamente sobre toda la comunidad o, incluso, afectando al espacio público, se impulsan los Equipos de Gestión de Conflictos.

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