Los trabajadores de la OTA se movilizarán frente a los impagos

Bilbao - El comité de empresa de la OTA de Bilbao no descarta movilizaciones ante la posibilidad de que la concesionaria Eysa-Cycasa deje de abonarles las nóminas a partir de enero. Se trata de una eventualidad que la adjudicataria que actualmente está al frente del servicio -a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) anuló el controvertido contrato hace dos meses- prevé debido a la situación financiera “límite” que atraviesa. Según indicaron, el aprieto en el que están inmersos se debe a las cuantiosas penalizaciones impuestas por el Ayuntamiento de Bilbao, que se ha dado un plazo de seis meses para ejecutar la sentencia y otorgar el control de la OTA a Gertek-Acciona.

Fuentes de Eysa-Cycasa, que optó por no recurrir el fallo del TSJPV renunciando así al contrato, reconocieron ayer la “difícil situación” de la empresa para hacer frente a los gastos derivados de los proveedores y de los salarios de sus trabajadores. En ese sentido, responsabilizaron de su situación al Consistorio bilbaino, que les está imponiendo por “incumplimientos” de contrato, así como al “conflicto interno” con trabajadores. Según detalló el pasado miércoles Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad, la concesionaria ha sido sancionada hasta la fecha con 1.338.038 euros en varias mensualidades que van aumentando de forma exponiencial. El principal motivo es que Eysa-Cycasa no ha entregado el centro de control que debía estar operativo desde agosto de 2017, también por incumplir el índice de frecuencia.

Por ello, desde la concesionaria criticaron que el Ayuntamiento “no solo no resuelve la situación, sino que encima les penaliza”, según apuntaron, en base a un contrato que “ya no es de Eysa-Cycasa” sino del nuevo concesionario que presta el servicio, tal y como establece la sentencia. De esa forma, ante el requerimiento del Ayuntamiento de Bilbao para que entregue el centro de control, la empresa asegura que “esa obligación por parte de la concesionaria no existe, en tanto en cuanto, el contrato no está en vigor”. Además, revelan que a las sanciones impuestas se une una recaudación en “mínimos históricos”. Desde la empresa relacionan este problema con el “conflicto interno” en la compañía, en la que se produce un “elevado” absentismo por parte de los trabajadores.

Ante esta situación, Javier Escobar, presidente del comité, afirmó ayer que la empresa no les ha comunicado esta situación ni la posibilidad de que les deje de abonar las nóminas, ya que el diálogo está “prácticamente roto”. “Si la concesionaria actual no quiere o no puede quedarse con la OTA, que se vaya pero que deje en paz a los trabajadores”, apuntó el representante de los trabajadores que ha principios de año protagonizaron una sonada huelga. Asimismo, advirtió a Eysa-Cycasa y al Consistorio de Bilbao que no van a aceptar “ningún chantaje” a los trabajadores en sus negociaciones: “No queremos ser moneda de cambio y no vamos a aceptar ningún chantaje”. Por ello, aseguró que se movilizarán si se cruzan “líneas rojas” como el impago de las nóminas a partir de enero. Escobar anunció, además, que solicitará una reunión con Alfonso Gil para que resuelva la crisis.