El daño en el puente Euskalduna es solo estético y no estructural
La rotura de una pieza que une la marquesina obligó a cortar el tráfico rodado durante once horas
Bilbao - Afortunadamente, el estruendo que salió de las entrañas del puente Euskalduna pasadas las cinco de la madrugada se quedó en un susto y en serias complicaciones de tráfico como consecuencia de permanecer once horas cerrado al tránsito de vehículos. La obra que diseñó el prestigioso ingeniero de caminos Javier Manterola y que fue inaugurada en abril de 1997 goza de buena salud. Según el informe técnico elaborado por la Diputación Foral de Bizkaia tras detectarse la anomalía, “la patología originada” ayer en el puente Euskalduna “es únicamente estética”. Tal y como explicó el subdirector general de la red viaria de la Diputación, Carlos Estefanía, “no ha habido asentamiento, sino una rotura de una pieza que intenta corregir la disfuncionalidad estética de la marquesina que cubre la zona peatonal”. Y como no afectaba para nada a la estructura del puente y, por lo tanto, a la seguridad, a las cinco de la tarde el Ayuntamiento de Bilbao decidió abrirlo al tráfico. En los próximos días también se abrirá la zona peatonal donde se ha producido la rotura de la marquesina, que permanece cerrado.
Los teléfonos de los responsables municipales comenzaron a sonar poco antes de las seis de la madrugada después de que algunos vecinos de la ribera de Deusto alertaran a los servicios de emergencia de que se había producido una gran explosión cerca del puente Euskalduna. Personados en la zona agentes de la Policía Municipal, decidieron cortar el tráfico y el acceso peatonal de forma preventiva hasta que llegaran los técnicos del Ayuntamiento para evaluar la situación. En un primer momento se decidió mantener la prohibición al tráfico rodado hasta que los técnicos de la Diputación de Bizkaia emitieran el correspondiente informe, ya que la institución foral es la encargada de ejecutar las posibles obras estructurales. En base a las primeras impresiones de los técnicos, pasadas ya las nueve de la mañana, el Consistorio bilbaino decidió abrir el paso a personas y ciclistas.
Apertura Así transcurrió la mañana, con el cierre al tráfico de una de las vías de acceso y salida más importante de la capital vizcaina, por la que se estima que circulan alrededor de 40.000 vehículos al día. Hasta que el subdirector de la gestión de la red viaria foral comunicó al director de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, Fran Víñez, que la incidencia era estética y no afectaba para nada a la seguridad. Con ese diagnóstico, el Ayuntamiento recuperó la normalidad, en cuanto al tráfico, a las cinco de la tarde. A esa hora, el propio Carlos Estefanía explicaba lo que había sucedido a pie de puente. “El episodio de hoy (por ayer) no ha sido motivado por ningún asentamiento”, dijo el subdirector de la red viaria foral de forma categórica. “Ha habido la rotura de una pieza”, prosiguió hablando “que intenta corregir una disfuncionalidad estética entre las dos marquesinas”. Explicó que el puente Euskalduna está formado por dos estructuras diferentes, una la del puente y otra la de la rampa. “El puente está pilotado, perfectamente consolidado, y no se ha movido desde la fase de construcción”, dijo. Sin embargo, la rampa de acceso, al estar construido sobre un terreno natural “con el tiempo se ha ido asentando y se ha producido un descenso de hasta 14 centímetros hasta el 2010”. Entre ese año y 2018 aseguró que “no ha habido ningún incremento de descenso”. Esos centímetros de diferencia entre las dos estructuras es lo que hace que la marquesina que cubre la zona peatonal tenga que unirse con una pieza metálica. Esa disfunción ya se observó en 1999, dos años después de su inauguración, así que se optó por “meter un trozo de chapa y soldarla a las dos marquesinas”. A pesar de ello, en 2009 se rompió debido a “las dos elasticidades” que tienen las dos marquesinas. “Se volvió a colocar y se ha vuelto a romper de forma muy ruidosa porque la chapa ha estado sometida a una gran tensión durante estos años y además retumba”, dijo Estefanía. Por su parte, Fran Víñez, director de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, señaló que tras recibir las primeras llamadas “nos preocupaba que hubiera alguna afección importante a la calzada, a la estructura”. Aliviado por el informe, ahora solo queda arreglar los desperfectos -un pequeño tramo peatonal-, que se abrirá en un par de días.
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