EN el corazón de Bilbao, en Barrenkale, hay un pedacito de México. Se trata de Txokomex Takería, un local frecuentado por Gastón Villegas, un mexicano que vino hace 20 años a Bilbao y ya nunca se fue. Allí se han juntado varios compatriotas para compartir con DEIA sus impresiones del Mundial de fútbol, competición en la que hoy México juega su primer partido.

Gabriel Corral y Rosario Barba han estado en Bizkaia, con su hijo Gabriel, desde enero. Esta semana volverán a México, pero antes tienen que ver en el botxo el primer partido de la tricolor en Rusia. En Txokomex coincidirán con Diana García, una de las socias del local, que lleva 10 años en Bilbao, y con Tania López, que está casada con un vizcaino. ¿Qué no puede faltar en casa de un mexicano cuando ve partidos de sus selección? “¡Amigos!”, se apresura a responder Rosario. Medio segundo después llega la respuesta de su marido, Gabriel: “¡Cervezas!”. Gastón va más allá y explica que eso depende de en qué parte de México veas el partido: “En el norte, carne asada; si es en el sur, mariscos y, si es en Bilbao, tacos o burritos del Txokomex”.

En cuanto a las posibilidades de México en esta Copa del Mundo, Diana sueña con llegar a la final, pero pone como objetivo los Octavos de final. “Llegando hasta ahí sería un buen Mundial”, confirma Gabriel.

Héctor Moreno, Chicharito, Carlos Vela? Los jugadores de referencia en México ya son veteranos. “Es una selección vieja”, se lamenta Gabriel, “si tú viste el Mundial de Brasil, no hay mucha diferencia en la alineación”. Tania comparte esta queja: “Siempre pedimos sangre fresca, pero terminan jugando los mismos. Tienen que poner a los jóvenes pensando en que no van a ganar, pero cogerán experiencia de cara al próximo Mundial”.

México se hizo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, pero después no ha conseguido brillar en los grandes torneos. Tal vez en Rusia toquen el cielo. “Si gana, tenemos que ir a México a celebrarlo”, promete Diana.

Hace dos semanas se filtraron vídeos de una fiesta del equipo con mujeres semidesnudas. “Por mucha hambre de fiesta que tengas, has de actuar con responsabilidad”, se queja Gabriel, “ha sentado mal y la prensa ha cargado contra los jugadores, sobre todo, porque el cuerpo técnico sabía de ese festejo”. De todos modos, Tania recuerda que su selección siempre ha tenido fama de fiestera: “No es la primera vez que ocurre, pero es la primera vez que sale a la luz”.