Bilbao - La gran intervención urbanística que se acometerá con la construcción bajo tierra de la próxima estación del Tren de Alta Velocidad (TAV) no se va a quedar solo en la tapa que se genere con la desaparición de la actual playa de vías de la estación de Abando.
El proyecto urbanístico también contempla la generación de un gran parque urbano longitudinal entre la actual plazoleta de Cantalojas y la parte alta de la calle Zabala. Será la otra zona de la tapa que ocultará la actual trinchera ferroviaria por donde discurren los trenes de largo recorrido y cercanías de Renfe y que durante décadas ha sido una zona oscura, sin uso y generadora de ruidos y polución para los vecinos de los edificios colindantes.
El Ayuntamiento ya trabaja en el diseño de este nuevo espacio para la ciudad que tendrá unas características especiales debido a su particular fisonomía.
Supondrá generar una zona verde a lo largo de los 350 metros de longitud que van desde la salida del túnel de Zabala, justo debajo de una manzana de viviendas, hasta la plaza generada adyacente al puente Cantalojas. La estrechez de este pasillo ferroviario -en ningún punto supera los 50 metros de ancho- obligará a los técnicos municipales a pensar muy bien los espacios que acogerá una superficie que no será nada desdeñable, ya que sumará casi 14.000 metros cuadrados de superficie, el equivalente a dos campos de fútbol de San Mamés. La previsión es que la superficie nueva que se cree no va a ir a la misma altura o cota que las calles Zabala y Juan de Garai que la flanquean, sino que se extenderá unos metros por debajo generando una ligera depresión en todo el conjunto de la tapa de hormigón.
La concejalía de Urbanismo desarrolla ya algunas ideas básicas para conseguir que el actual espacio al que muchos bloques residenciales dan la espalda se convierta en un polo de atracción vecinal.
Los vecinos han planteado al Consistorio varias ideas para implementar en esta zona de asueto, según explica el concejal, Asier Abaunza. Por ejemplo, una de las aportaciones de los residentes es la posibilidad de que el Ayuntamiento dé permiso para la creación de un centro de día adjunto a la trasera de la actual residencia de ancianos Conde Aresti que mira a la trinchera.
El nuevo servicio social incorporaría como complemento algún local de restauración u hostelería que diera nueva vida a la zona. Abaunza especifica que “es una buena propuesta que la vamos a incorporar la documento de aprovechamiento urbanistico que se está redactando”. La aceptación se basa en el empeño municipal de que el parque que se cree sobre la trinchera ferroviaria tenga vida y atractivo para uso vecinal. “No podemos permitir que se convierta en zona oscura porque no hay ojos que miren a la nueva zona de ocio que se va a generar”.
Por esta misma razón su concejalía también trabaja en fórmulas que, por ejemplo, permitan a las comunidades de vecinos de los números impares del 11 al 21 de la calle Juan de Garai abrir ventanas o balcones en las fachadas ciegas que conforman la parte trasera de sus edificios que miran a la trinchera.
En cuanto a la superficie que se va a ganar, el nuevo parque integrará el actual paso peatonal que linda con el apeadero de Cercanías que Renfe explota al inicio de la calle General Salazar e intentará ganar algún paso transversal más pero lo va a tener difícil. Abaunza reconoce que “la situación de los edificios no nos permite mucha permeabilidad entre Zabala, Juan de Garay e Irala aunque sí se conectará con la zona del parking actual ubicado ya por encima de las vías”, el ubicado en la calle Xempelar. Los 14.000 metros cuadrados de nuevo cuño será en su integridad para espacios verdes, zonas estanciales y áreas recreativas. Todos estos detalles están ahora mismo en ebullición ya que según destacó Abaunza “esta zona, aunque está en la parte de arriba del puente de Cantalojas, también forma parte en su diseño y construcción de todo el proyecto cerrado con el Ministerio de Fomento con el soterramiento de la estación de Abando”.
Fecha de ejecución Ello implicará que, según los planes expuestos el pasado mes en la presentación realizada en el Ayuntamiento de Bilbao por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, el cubrimiento de la trinchera no podría empezar a ejecutarse hasta que no se traslade el tráfico ferroviario actual al nuevo recorrido que se habilitará para entrar en el cajón soterrado por construir. Una mudanza cuya fecha y plazos no estarán cerrados hasta que se apruebe el proyecto constructivo en el que trabaja el ministerio de Fomento con el apoyo de Eusko Trenbide Sarea, el gestor de infraestructuras vasco.
Las negociaciones mantenidas con el Gobierno de Madrid por el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco para cerrar la entrada del TAV a la villa hasta Abando también ha conseguido retirar una espada de Damocles que se cernía sobre algunas comunidades de vecinos de Juan de Garai.
Como se recordará, la previsión de construir una estación intermodal en los actuales terrenos de Abando se remontan a la década de los 90 del siglo pasado. Unos proyectos que fueron auspiciados por la Diputación Foral y en la que en todos ellos se preveía crear una nueva vialidad por encima de la trinchera de Zabala. Esta calle rodada, similar a las que se generó cuando Bilbao Ría 2000 eliminó la trinchera de la avenida del Ferrocarril, iba a permitir meter hasta el interior de la estación los coches y autobuses provenientes desde la autopista A-8 que bajan por Juan de Garai.
Esta solución implicaba la demolición de varios bloques de viviendas, precisamente los que ahora se pretende que ganen nuevas traseras. Esta posibilidad ahora queda totalmente descartada tras haberla ya recogido en un modificación parcial del Plan General aprobada hace seis años. “Eso es lo que nos ha permitido diseñar un parque que además servirá para eliminar una de las últimas trincheras ferroviarias de Bilbao”, concluye Asier Abaunza.