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Elpidio Silva: “Si el taxi no se defiende de licencias tipo Uber, está muerto”

Una plataforma estatal llama a los profesionales vizcainos a sumarse a la demanda contra las autorizaciones Un centenar de conductores se manifiesta en Bilbao por el sector

Elpidio Silva: “Si el taxi no se defiende de licencias tipo Uber, está muerto”

BILBAO - El abogado Elpidio Silva no utiliza paños calientes. “Las empresas de vehículos de transporte con conductor (VTC, tipo Uber) quieren eliminar al taxi”, advirtió en una reunión con profesionales en Bilbao, que se manifestaron por las calles de la capital vizcaina en defensa del sector. “Estorbáis; los 70.000 taxistas que trabajan en España mueven un negocio de 5.000 millones de euros al año; un pastel suficiente para querer comérselo”, destacó el exjuez, que representa a la Plataforma Integral del Taxi en la macrodemanda que presentarán, tanto por lo civil como por lo penal, en contra de la situación actual de las licencias VTC. Silva hizo un llamamiento a todos los profesionales vizcainos a unirse a estas iniciativas, ya que, les alertó, “si el taxi no se defiende, está muerto”.

Casi un millar de taxistas, a nivel particular, se ha unido en todo el Estado en la Plataforma Integral del Taxi para abordar desde la vía judicial tanto la concesión de licencias tipo Uber como la “competencia desleal” que hoy en día, denuncian, están realizando frente a los taxis. “Una farmacia puede tener diez parafarmacias a su alrededor; si cada una se ocupa de su negocio, no habrá problema. Pero el día en el que la parafarmacia empiece a vender medicamentos con receta, será el fin de la parafarmacia”, explicó a modo de ejemplo el abogado que representará a los taxistas en las dos demandas que quieren plantear. En primer lugar, una acusación civil, por “competencia desleal”. Y es que, según relató el exjuez, las licencias VTC “llevan funcionando desde hace años y nunca había habido problemas. Los problemas surgen cuando empiezan a ejercer funciones que corresponden a los taxis y que ya tienen reguladas: dar vueltas alrededor de un hotel en busca de clientes, parar a demanda en la calle... Eso no es liberalizar el sector; es invadirlo ilegalmente, es permitir que un veterinario haga operaciones de corazón”.

Frente a la preocupación que mostraron algunos taxistas por la posible concesión de más de 200 licencias en Bizkaia, Silva que, aunque la demanda penal permitiría revocar todas las concedidas, “el problema va más allá de los ratios. Si cada uno se queda en su parcela, no pasaría nada; la cuestión es que se están metiendo en tu casa. Y el problema va más allá, afecta a toda la sociedad: en el momento que esas empresas se queden con el sector, cobrarán lo que quieran, si no les interesa no pondrán vehículos en el aeropuerto y el que lo quiera, que les llame para pedirlo”.

Junto a él participó en la charla Alberto Álvarez, portavoz de Élite Taxi Barcelona, que llamó a la acción a los taxistas. “No me vale decir que la policía no hace nada... En Barcelona denunciamos a cinco policías urbanos por desconocer la ley. Y han acabado formándoles”, explicó. “Tenéis que haceros respetar. ¿Qué pasaría si alguien se pusiera en la puerta de un banco con mil euros ofreciendo hacer un préstamo?”, le secundó Silva.

Roberto Cerón lleva 21 años trabajando como taxista y ayer no dudó en desplazarse desde Santander, donde vive, hasta Bilbao para informarse sobre la demanda que presentarán cientos de compañeros. No tiene dudas sobre su adhesión a la misma. “Tenemos que defender el sector del taxi. Las licencias VTC nos afectan directamente. Me sumaré a la demanda; no me importa quedarme un año sin vacaciones por hacer frente a esto, que creo que beneficia a nuestro trabajo y es necesario. Es una forma de hacernos respetar y de frenar ese interés por entrar en nuestro mercado y hacer nuestro trabajo”, defendía. Iñaki Orcajo, taxista en Mungia, acudió en representación de los 12 profesionales que trabajan en la localidad. “Hay VTC de otras provincias, de Valladolid por ejemplo, asentadas en el pueblo, cuando solo podrían hacer el 20% del trabajo fuera. Me sumaré a la demanda; merece la pena. Tenemos que apoyar al sector; el dinero que gano tengo que invertirlo en el futuro, no en el bar”, reconocía.