L OS grandes éxitos se recogen gracias a la dedicación mostrada en cada obra. Esto lo sabe bien la presidenta de la Masa Coral del Ensanche, Txus Romano, que junto a su equipo de coristas pretende terminar el año llenando el Palacio Euskalduna con su obra La tabernera del puerto, una zarzuela que provocará la incertidumbre de los asistentes hasta el final. El elenco, compuesto por más de 40 artistas, pondrán su mejor voz y mostraran sus dotes de interpretación el 2 de diciembre e intentarán conquistar a los bilbainos.

Desde el mes de octubre, el equipo de Txus Romano, incluida ella misma, preparan la que será para el elenco, su obra del año: La tabernera del puerto. Los ensayos no les resulta difícil ya que no es la primera vez que la llevan a escena. Un total de 40 artistas se subirán al escenario del Palacio Euskalduna para hacer vibrar al público con esta estremecedora trama.

La última vez que la llevaron a escena fue en 2012 pero cada año van cambiando de temática “porque no siempre pueden hacer la misma”. Gavilanes, El Caserío, Luisa Fernanda o Bohemios han sido las obras protagonistas durante estos años. “La hemos vuelto a retomar porque era la más idónea y desde hacía cinco años no la hacíamos. Al ser de Solozabal, un maestro euskaldun, tiene mucho tirón”, señala Romano.

Apasionada del canto y la interpretación, Romano se subirá al escenario para, por primera vez, dar vida a uno de los personajes “más entrañables” de esta obra. Se trata de Abel, un joven de 16 años que se enamora de la tabernera. A partir de aquí la incertidumbre residirá en el espectador hasta el final y les hará viajar hasta Cantabreda, un puerto de Cantabria, lugar en el que se desarrollará toda la trama. “Es la primera vez que lo hago en escena pero en el 2012 lo hice en los ensayos, yo ya me sabía el papel. Hacerlo es muy bonito y aunque el pasado año hice de abuela en la obra Gavilanes me quedo con Abel”, apunta.

Sin duda, la representación de La tabernera está “llena de sorpresas” y de la que los bilbainos ya disfrutaron en 2012 y ahora, con el Palacio Euskalduna como testigo, la Masa Coral del Ensanche espera recibir de nuevo el calor de su público retomando La tabernera del puerto. “A los cantantes y a los actores ponerte encima de un escenario nos da un subidón muy grande. Es lo que más nos puede gustar y si ves el teatro lleno y que te aplauden es algo maravilloso”, confiesa Romano.

Aunque todavía el público que asiste a las zarzuelas oscila entre los 40 hasta los 90, desde la Masa Coral esperan que los jóvenes se animen a ver una representación de este tipo. “Ya nos gustaría que hubiese gente más joven pero parece que no se animan. A los mayores les gusta porque lo han estado oyendo en sus casas, por parte de sus padres y de sus abuelos”, comenta.

Un equipo con historia La Masa Coral del Ensanche lleva presente en Bilbao desde 1903. Pero no fue hasta 1946 cuando tuvo lugar la primera representación pública de una zarzuela: La del manojo de Rosas. Desde entonces ha sido un no parar, de aprender y hacer disfrutar al público con sus actuaciones.

Trabajar en la Masa Coral del Ensanche fue el deseo de Txus Romano. Lleva formando parte de este grupo desde 2011 y donde “siente una satisfacción enorme” de que vayan saliendo bien las cosas.

De vocación enfermera y apasionada del canto y la interpretación hizo sus primeros pinitos en la sociedad coral de Basauri cuando era más joven en un grupo de voces blancas. Pero se dio cuenta que no era lo que buscaba. “Yo tenía otras expectativas y siempre había pensando la Masa Coral del Ensanche. Las zarzuelas siempre me han gustado y un día llamé, me hicieron la prueba y ese mismo día me quedé”, explica.

Este ha sido un año de cambios para la Masa Coral del Ensanche pero les ha hecho fuertes a nivel personal y artístico. El pasado mes de marzo les dejó el que hasta entonces era el presidente de la coral. Falleció de manera repentina. Desde entonces, Txus Romano pasó a ocupar su puesto y fue en ese momento cuando dio un paso más allá en esta gran familia.

Un año lleno de complicaciones pero que han hecho reforzar al grupo al completo. Incluso tuvieron que ponerse a buscar un director musical. Aún así, el cambio que ha padecido la coral en este tiempo ha sido inmejorable. “Hemos tenido mucha suerte porque es buenísimo. Nos está sacando todo lo bueno de las cuerdas vocales. Sin duda, estamos muy contentos”, concluye Romano.