Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao continúa con su intención de derribar el inmueble de La Pajarería, okupado actualmente por miembros de Deustuko Gazte Lokala, para levantar un bloque de viviendas de protección oficial en régimen de alquiler para jóvenes en cuyo bajo se ubicaría un equipamiento cultural en el que se podrían celebrar actuaciones musicales. Mientras tanto, hasta que el nuevo edificio se construya, el Consistorio ha ofrecido a los jóvenes instalados en el antiguo mercado del barrio otro espacio de mayores dimensiones para seguir desarrollando sus actividades. Se trata de una propuesta que ha sido rechazada por los miembros de Deustuko Gazte Lokala, quienes a través de una nota reiteraron ayer su apuesta por mantener en pie el edificio de La Pajarería e insonorizarlo.

“El planteamiento para el nuevo espacio se basaba en el convenio ya que teníamos”, señaló ayer Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, quien afirma que la cesión de espacios municipales se basa “unas mínimas normas de funcionamiento y convivencia”. Según el convenio pactado en el actual Gaztetxe de Deusto, no está permitido la celebración de conciertos, la venta de alcohol, la organización de actos políticos ni la generación de molestias a los vecinos. A pesar de que algunos de esos estatutos se “han incumplido reiteradamente”, el Consistorio estaba a la espera de recibir una respuesta para revalidar el convenio en el nuevo espacio.

No obstante, a juzgar por el comunicado de Deustuko Gazte Lokala, no solo rechazan la propuesta, sino que defienden gestionar lo que ya tienen. En ese sentido, se muestran en contra del derribo de La Pajarería y abogan por insonorizar el edificio. Asimismo, los jóvenes aseguran que su idea de la autogestión se basa en “crear recursos para gestionar nuestros espacios y proyectos”, estando sujetos a lo que se decida “de forma colectiva en las asambleas”, una forma de gestión que creen dista mucho de la del Ayuntamiento. En cualquier caso, Abaunza señaló que desde el Consistorio mantienen la oferta y están abiertos al diálogo. - A. Araluzea