Bilbao - La Junta de Concertación de Zorrotzaurre tiene previsto sacar a concurso en un mes su primera gran intervención urbanística, la creación de un largo paseo ribereño de dos kilómetros de longitud entre Elorrieta y las cercanías del puente Frank Gehry. Prueba de la importancia de esta intervención es que su culminación supondrán un presupuesto de diez millones de euros y se calculan 18 meses en todo su desarrollo tras comenzar aproximadamente en febrero próximo.

La entidad encargada de desarrollar la primera fase de intervenciones públicas en Zorrotzaurre ha apretado el acelerador en su trabajo una vez que el Ayuntamiento aprobó en julio el Plan de Urbanismo, el último requerimiento administrativo necesario antes de que se pudiera empezar a meter cualquier excavadora.

La primera área donde se va a trabajar es en la margen derecha del canal de Deusto. Es toda esa línea de muelles ubicada por debajo de los barrios de San Ignacio y Deusto, una franja que también entra en la denominada unidad de ejecución 1 de Zorrotzaurre y que al estar liberada de cualquier actividad y tener su superficie sin contaminación ya está preparada para su metamorfosis.

Esta primera gran intervención urbana de la Junta que agrupa a los cinco propietarios públicos y privados con más terrenos se va a desarrollar a diferentes niveles. El más oculto consistirá en habilitar todos los servicios comunes que necesitarán los futuros residentes de los catorce edificios de viviendas que se van a construir en este frente fluvial. En este paquete entran las redes subterráneas de telecomunicaciones, energía, abastecimiento de agua, colectores de fecales y servicios neumáticos de recogida de basura que entrarán de forma capilar hasta los solares residenciales. Así mismo, se creará un gran deposito soterrado cerca de Elorrieta con capacidad para 620 m3 que alberguen las aguas de lluvia excesiva y evite que se inunde esta zona como ocurre habitualmente.

Ya en superficie se habilitarán las pasos entre bloques de viviendas y sus conexiones con las calles paralelas al cauce, avenida Zarandoa y Camino Morgan, así como todo el alumbrado público.

Jardines, plaza y un rocódromo Pero lo más impactante y utilizado cuando concluyan los trabajos es el paseo de ribera fluvial. Un nuevo itinerario peatonal de diferente anchura (variará entre los 10 y los 20 metros) y que siempre tendrá como límite el cauce fluvial. El recorrido entre Elorrieta y la sede de la ingeniería de Idom será el más estrecho y además de habilitar nuevos muelles se adornará el paseo con diferentes paterres y árboles. El recorrido bordeará el edificio verde y proseguirá hasta los aledaños del nuevo puente que conectará la futura isla Zorrotzaurre con tierra firme. En este punto está prevista una nueva plaza para los vecinos de San Ignacio con juegos infantiles cubiertos con tres pérgolas, bancos, jardines, árboles y otros servicios.

La urbanización del entorno del nuevo puente, que desembocará en la calle Baleares, será llevada a cabo por Visesa, la sociedad pública del Gobierno vasco encargada de las obras que también está previsto comiencen en 2018. Siguiendo la traza, y dejando el viejo pabellón de Agemasa donde ahora se habilita la nueva sede del club de remo de Bilbao, el siguiente tramo ribereño bajo Ibarrekolanda se desarrollará a dos alturas, la del muelle actual y otra superior, a metro y medio de altura como mínimo. Ello es debido a la cota que tomará todo el desarrollo urbanístico, tanto en esta zona como en el conjunto de la isla ubicada en frente, para evitar problemas de inundaciones futuras. La parte inferior será dura, con baldosa, mientras la superior acogerá parterres y árboles. El conjunto no tendrá una disposición recta como, por ejemplo, en el Campo Volantín, sino sinuosa para mejorar la estética de las zonas estanciales. En el diseño final se ha ampliado la superficie de la zona pisable a requerimiento de los vecinos.

Bajo la zona de Sarriko se ha previsto la creación de un rocódromo que aprovechará la diferencia de cinco metros de altura con respecto a la calle que discurre por encima. Será la zona donde más anchura tomará el paseo.

El último tramo sobre el que se actuará concluye en las inmediaciones del puente de Frank Gehry y aquí la solución es la más sencilla debido al escaso espacio existente.

En el cómputo total de los dos kilómetros lineales de actuación se plantarán 250 árboles de porte alto y diferentes especies. Además, el límite de la ría estará protegido por una barandilla y no quedará limpio al estilo de muelles como el puerto de Bermeo o los paseos del Sena en París. La seguridad ha prevalecido sobre el diseño inicial abierto.

La intervención en esta zona supondrá el descubrimiento para vecinos de la zona y bilbainos en general de un nuevo espacio antes vetado a la ciudadanía. El carácter de uso portuario desde que se construyera el canal de Deusto en la década de los 60 del siglo pasado marginó todo este frente fluvial. Era imposible acceder o verlo ya que estaba protegido por un largo muro ciego que corre en paralelo a una travesía urbana que solo sirve al tráfico. La urbanización en ciernes permitirá derribar esta barrera para que los barrios de Deusto y San Ignacio logren tener una permeabilidad directa con la ría y que el resto de los bilbainos descubran un nuevo horizonte ribereño en la ciudad.

Recorrido De Elorrieta hasta el puente Frank Gehry

Los dos kilómetros cubren un recorrido entre la zona limítrofe de Elorrieta y las inmediaciones del último puente tendido sobre la ría en Bilbao.

Descubrimiento de una zona vetada siempre a la ciudad

El paseo marítimo será un estreno total para la villa ya que desde la apertura del canal de Deusto esta zona había tenido siempre uso portuario.

La cifra

10. Las previsiones iniciales que baraja la Junta de Concertación de Zorrotzaurre es que el coste de toda la urbanización ronde los diez millones de euros con un plazo de ejecución de las obras aproximado de 18 meses.