TODOS los caminos llevan a Bilbao. Más en concreto, a un Bilbao de lo más internacional. Todo se remonta a hace poco más de un año. Ricardo Buiganelli, un italiano de 20 años, tenía claro que debía salir de su ciudad natal para crecer como persona. Para sacarse las castañas del fuego por sí solo pero, sobre todo, para seguir cursando Turismo, la carrera que comenzó a estudiar en Italia pero que este año proseguirá en Bilbao.
Buiganelli forma parte de los 400 alumnos, provenientes de 45 países, que cursarán sus estudios este año en la Universidad de Deusto y que ayer fueron recibidos por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Xabier Otxandiano, y Álvaro de la Rica, vicerrector de Relaciones Internacionales de la universidad. “Estoy seguro de que tendréis una experiencia académica extraordinaria, pero también quiero que tengáis una experiencia personal vital, que para vosotros sea inolvidable y que a partir de ahora Bilbao ocupe un espacio en vuestro corazón”, dijo, emocionado, el primer edil.
Y es que todos los allí presentes fueron incapaces de perder la sonrisa y dejaron ver las ganas que tenían de comenzar esta nueva aventura. De hecho, tal era el entusiasmo que muchos de ellos llegaron a la cita antes de tiempo. Allí estaban, en primera fila y para no perder detalle, Alejandra y Paula, dos mexicanas de 20 años que cruzaban por primera vez el charco. Estas jóvenes aterrizaron en la villa hace un par de semanas para darse un margen de tiempo e instalarse “tranquilamente” en su nueva ciudad. “Todo lo que hemos visto es muy lindo”, explicaron. Precisamente, algo que saben estas dos mexicanas a ciencia cierta sobre la villa es que tiene “muy buena” gastronomía. “No nos vamos a morir de hambre”, confesaron entre risas. De hecho, tras la recepción de los alumnos, donde les explicaron en qué consistiría su experiencia en la Universidad de Deusto, y después de ver en vídeo los orígenes y la actual situación de la ciudad, tuvieron la oportunidad de degustar un aperitivo con productos como tortilla de patata o jamón. Ahí estaba Heather Webester, una veinteañera proveniente de Inglaterra, degustando un pintxo de tortilla de patata. “Está muy rica”, reconocía mientras terminaba de saborear el bocado. A pesar de ser la primera vez que se lanza en una aventura de estas características, la joven aterrizó en la villa con muchas expectativas: “Llevo menos de una semana instalada y estoy disfrutando mucho, todo me está pareciendo precioso, sobre todo la gente, porque es muy amable”.
DISFRUTE
Eso es, precisamente, lo que quieren tanto la Universidad de Deusto como el Ayuntamiento de Bilbao. “Os deseamos que disfrutéis de la estancia entre nosotros, que sintáis Bilbao como vuestra casa, que a pesar de ser una ciudad pequeña también es una villa ambiciosa”, explicó Aburto. Por su parte, Álvaro de la Rica, vicerrector de Relaciones Internacionales de la universidad, hizo hincapié en lo enriquecedor que es vivir experiencias internacionales, donde las personas tienen opción a aprender diferentes y nuevas formas de estudiar, de divertirse y de vivir. “Demostráis una dosis de valor y atrevimiento al salir de vuestro país y, con el tiempo, descubriréis el valor que tendrá para vuestro futuro la experiencia que vais a compartir con nosotros”, confesó.