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Julio Piñeiro: “Tras darse a conocer la gala benéfica, la gente se ha volcado”

Han recibido comida, leche... Desde que DEIA publicó que El Consorcio e Igor Yebra ofrecerán un espectáculo benéfico, el teléfono móvil de Piñeiro no deja de sonar

Julio Piñeiro: “Tras darse a conocer la gala benéfica, la gente se ha volcado”José Mari Martínez

Bilbao - “Antes me duraba cinco horas la batería del móvil. Ahora, dos o tres”, dice Julio Piñeiro. Es una forma como otra cualquiera de contar la repercusión que ha tenido el anuncio del espectáculo benéfico que, a favor de La Gota de Leche, ofrecerán Igor Yebra y El Consorcio en Bilbao. “Las llamadas son constantes, que cuándo es, que cómo sacan las entradas... Tras darse a conocer la gala, la gente se ha volcado”, afirma el fundador de la asociación. De hecho, han recibido hasta donaciones.

Cuando Igor Yebra le propuso organizar el espectáculo casi se cae de la silla. ¿Ya ha vuelto en sí?

-Los treinta primeros segundos me dejó K.O. Luego le pregunté: “¿Me has dicho esto?”. “Sí”. “Vale, pues adelante”. Al día siguiente me puse en contacto con Amaya Uranga y fuimos limando posibles problemas.

¿Le sorprendió su generosidad?

-Yo ya sabía cómo eran ellos. Aparte de ser el presidente y la madrina de honor de La Gota de Leche, tienen el corazón como lo tienen.

No será fácil compaginar agendas...

Juntar a dos bilbainos internacionales es muy difícil. Hasta hace dos o tres años ni siquiera se conocían. Lo hicieron gracias a La Gota de Leche.

Dice que, tras hacerse pública la gala, no paran de llamarle.

-A las pocas horas de publicarse el reportaje en DEIA, nos llamó un señor de Alsa autobuses para ofrecernos unas cestas de Navidad. El martes entregamos al padre Román, de la parroquia San Felicísimo de Deusto, el chorizo que había, cortado y envasado al vacío, tres quesos partidos, 15 tabletas de turrón... para repartir a familias en exclusión social. Las bebidas alcohólicas nos las ha comprado Boni, de El Lago, para que compremos leche o galletas. Son actos que se deben de conocer, cómo el pueblo de Bilbao rápidamente ha empezado a contestar.

¿Han recibido más donaciones?

-Jai Alai Events va a organizar el 25 de agosto el festival de cesta punta en el Deportivo y la recaudación será para nuestra asociación. Uno de los patrocinadores, Lacturale, va a donarnos leche a raíz del reportaje.

¿Hay quienes ya le han confirmado su intención de acudir a la gala?

-Si hago caso a toda esa gente, necesitamos el BEC.

Tendrán que habilitar fila cero...

-Quiero sacar aproximadamente unas treinta entradas VIP, que costarán 200 euros y permitirán, además de ver la gala, acudir a la cena con los artistas en el Hotel Indautxu, nuestra sede. Ya tenemos solicitantes.

¿A quién irá destinada la recaudación?

-Irá a una cuenta y todos los años entregaremos una cantidad en comida al comedor de Iralabarri y a los voluntarios de San Felicísimo de Deusto. El hermano Toño y el padre Román nos dirán qué necesitan: galletas, quesitos, sardinas...

¿Contar con el respaldo de caras conocidas ayuda a la causa?

-La Gota de Leche Bilbao, que refundé en 2011, es una asociación que ya existió desde 1906 hasta 1962. Tanto la familia Uranga como la de Igor Yebra la conocían de sobra. Llevamos un camino con una seriedad y un compromiso social y la gente nos respeta. No vamos a ágapes ni a ningún evento oficial. Si yo estoy dando de comer leche y me voy a una cena de 5.000 euros, algo falla.

Toda una muestra de coherencia.

-La coherencia social nace de dentro de la misma asociación. Si una señora que cobra de pensión 300 euros nos dona 50 céntimos para mí es más patrocinadora que el que da 1.000 euros. Yo tengo que respetar a esa señora y no ir a esos eventos. Además, todo el mundo puede ver nuestra cuenta corriente, cosa que no te enseñan otras asociaciones, fundaciones u ONG.

¿Reciben más donaciones anónimas que de personas conocidas?

-Anónimas tengo las de miles de bilbainos que nos hacen recaudar todos los años 6.000, 8.000 o 10.000 euros en las huchas. Yo me llevo una alegría cuando veo un billete, pero me llevo mucha más cuando veo muchas monedas de 20 céntimos porque sé que hay mucha más gente solidaria colaborando.

¿Y qué abunda más?

-Cuando empezamos, en una campaña recaudamos 12.000 euros y había cantidad de billetes de 50 euros. Ahora no vemos ninguno. La culpa la tienen los políticos, que dicen que ya no hay crisis, y resulta que La Gota de Leche ha pasado de tener 280 familias en exclusión social a tener 680.

¿Les pone cara a esas familias?

- No veo a estas personas. Sería para mí un trauma. Cuentan cosas muy duras. Bastante tengo con luchar para ellas. Hay familias con dos apellidos vascos, lo que quiere decir que la pobreza ya ha llegado aquí, no solo a esos apellidos árabes, de países del Este o sudamericanos. Tenemos incluso a algún antiguo empresario de Bilbao que está en la ruina. Se preparan lotes de comida y se les lleva a casa para que sus hijos no pasen tragos.