Síguenos en redes sociales:

Javier Barroeta: “Es la elegancia natural de la persona la que da estilo a la prenda”

Javier tiene aún mucha tela que cortar pero en la charla no da puntada sin hilo.

Javier Barroeta: “Es la elegancia natural de la persona la que da estilo a la prenda”

bilbao- ¡Oh, my Dior! es una muy usada exclamación de los devotos de la alta costura. Para los espíritus inquietos con la moda, está claro que no es el pan nuestro de cada día. Javier Barroeta, el apóstol más ferviente de esa fe entre los nuestros, habla de eso y de lo otro, de lo divino y lo humano.

¿Recuerda cuándo?

-Con 15 años ya soñaba con ir a París. Tengo una hermana que cosía muy bien y veía ese mundo en casa. Además, era monaguillo y las bodas me parecían fabulosas. Hay personas que nacen con un destino, con una predisposición.

¡Un paso ganado!

-Es muy bueno saber lo que quieres pero luego es complicado. Vivir a gusto haciendo lo que te gusta requiere esfuerzos y sacrificios.Oiga, señor de las telas, ¿Bilbao viste tan a la británica como antaño?

-Siempre ha habido conexión con Inglaterra por tema de negocios y se ha ponderado al caballero inglés. Se ha vestido bien; incluso la mujer de la aldea.

¿Hay ejemplos que lo acreditan?

-Claro. He llegado a vestir a una aristócrata vasca como madrina de boda con un sorki en la cabeza. Era su signo de distinción, su personalidad.

¿Ha resistido el vestir bilbaino la dictadura de la globalización?

-Cuando vienes a Bilbao ves la diferencia. Es la elegancia natural de la persona la que da estilo a la prenda; da clase al traje. Y Bilbao tiene ese punto especial. Cristóbal Balenciaga y Pedro Rodríguez tenían sus talleres y venían a los desfiles del hotel Carlton. ¡Por algo sería!

¿Está de capa caída la alta costura?

-No. Se utiliza para los momentos especiales y cuando una casa de moda tiene alta costura sube su caché. El pret a porter tiene sus límites y la alta costura es un laboratorio para que estalle la imaginación.

Hablan de la elegancia del chándal

-El chándal es para hacer deporte. Lo han reconvertido para transmitir una imagen.

¿Un mismo traje sirve para la ópera y para San Mamés?

-No. Tampoco vivimos momentos de trajes largos y grandes joyas, es otra época. No digo que haya que ir a la ópera en vaqueros porque el espectador de una ópera, como ocurre en el Vaticano, es parte solemne del espectáculo.

¿Dime cómo vistes y te diré quien eres?

-Refleja tu personalidad. Pero si la mona se viste de seda, mejora.

Démosle un respiro a las telas...¿De quién se acuerda cuando las cosas no salen como quisiera?

-De mi madre que está en el cielo. Creo que los seres queridos nos ayudan desde arriba. Antes que encomendarte a un santo mejor le rezas a un familiar que te conoce y velará más por tí.

Y también considera, como dicen, al Athletic una religión.

-Mejor un cúmulo de religiones, es lo que nos une.

¿Con una filosofía inmortal?

-Tampoco sabemos cuál será el futuro del fútbol dentro de 50 años. Me quedo con el actual. Cuando lo ves a cámara lenta me parece una obra de arte. La incorporación de la mujer a los campos ha hecho mucho bien.

¿Es la mujer la gran protagonista de este siglo?

-Soy un defensor de la mujer, pero no vivo con estrés el asunto de la paridad. No mido a las personas por su sexo sino por su capacidad. La revolución ha llegado pero una revolución no se hace en un día.

Llegan al poder.

-Bien está. Hay gente que habla de la mujer de hierro, pero una mujer no tiene por qué no ser femenina cuando está en el poder.

¿Qué papel le concede al avance tecnológico de hoy?

-Debiera servir para hacernos la vida más cómoda y relajada y no para prescindir de las personas, que se quedan sin trabajo. Da miedo.

¿Cómo se relaja de estas y otras angustias?

-Yendo a Arratia, al campo. En la naturaleza vives el paso del tiempo con más intensidad.

¿Busca allí la inspiración? ¿Son las musas creativas el eje de su oficio?

-La creatividad es crucial pero sin otros apoyos no vale para nada. Lo importante es el equipo y no pensar que lo que dices va a Roma.

¿Es capaz de aceptar, por ejemplo, que un alumno de su escuela le corrija?

-Con la edad, más. La experiencia te hace más práctico y te quita ese orgullo tonto.

¿Tan difícil lo tienen hoy los jóvenes como dicen?

-Ahora es más competitivo y antes era más complicado. ¿La generación nini de la que hablan...? Se lo dimos todo hecho. Yo me hacía el Cola Cao partiendo el chocolate, ¿entiende?

¿Qué le empuja a uno?

-Cuando sueñas con algo y lo consigues ese logro te da alas. Pero yo veo un cambio...

¿Cuál?

-El joven de hoy pone la calidad de vida por encima del sacrificio, prefiere tener más tiempo libre y ha cambiado eso del espíritu vasco.

¿Existe el espíritu vasco?

-El de la palabra, el de si te digo sí, es que sí, creo que sí. El de la hospitalidad y la generosidad y esa seriedad y honradez en el trabajo.

Pesa la amistad por encima del amor, o viceversa.

-A algunas clientas les pregunto si se casan por amor o por interés y me miran raro, pero cuando se acaba el amor surgen los problemas.

Explíquese, que llegan los líos...

-Tiene parte de fantasía y parte de necesidad del otro, de egoísmo, si quiere decirlo así. Yo lo defino como el reconocimiento al otro.