Bilbobus revisará sus líneas en 2018 para racionalizar el servicio
La previsible afección de la línea 3 de metro y el Plan de Movilidad aconsejan la readaptación
Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao va a darle una vuelta el próximo año a Bilbobus. La cercana puesta en marcha de la línea 3 del metro y su afección al servicio, sumado a las conclusiones del Plan de Movilidad Urbana de la villa, que se presentará hoy, van a suponer unos cambios que “nos va a obligar a repasar todas las líneas de Bilbobus de la ciudad”, indicó el concejal de Movilidad y Sostenibilidad y teniente de alcalde, Alfonso Gil.
La intención la hizo pública ayer en la presentación de los datos del pasado año del servicio de autobuses urbanos, que sus usuarios valoran con un notable alto. Gil aseguró que el estudio que van a llevar a cabo de todos los trayectos busca “racionalizar el servicio” de forma que tras el análisis algunas líneas puedan ser excedentarias, unos sobrantes que se puedan usar en otros recorridos.
En una primera toma de contacto, las líneas de largo recorrido, las que conectan entre sí los barrios más alejados, pueden ser troceadas buscando la agilidad de rutas cortas hacia el centro, aunque ello conlleve transbordos entre autobuses. Un escenario que desde el área que dirige Gil son conscientes que va a ser difícil implantar pero que “permitiría dar un mejor servicio a todos los bilbainos”.
Cambios en la movilidad que ya se está empezando a percibir como el cada vez mayor uso de la bicicleta que, junto a un aumento en los desplazamientos andando o el uso de los ascensores públicos, fueron nombrados ayer por el concejal para argumentar la ligera bajada de usuarios en Bilbobus el pasado año. En concreto, se perdieron 193.000 usuarios quedando en 2016 la cifra en 25,92 millones. Gil se mostró “satisfecho”, ya que el descenso no se ha producido por “un efecto negativo del servicio”, sino porque se ha “avanzado en otros aspectos”.
El edil destacó también cómo la valoración del servicio crece en los usuarios hasta darle una nota de 7,41, nueve décimas más que en 2015. La incorporación el año pasado de dos autobuses eléctricos (este ejercicio se suman otros dos) y el límite de pago de los 4 a los 6 años fueron otras novedades destacadas.