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“He sufrido una decepción, pero miro al futuro con optimismo”

Nuria Redruello se ha visto obligada a bajar la persiana de la peluquería que montó en El Corte Inglés. A pesar de ello, se muestra optimista de cara al futuro

Bilbao - La ilusión llevó a Nuria Redruello a abrir un vanguardista concepto de peluquería masculina en el centro comercial en el que comenzó su vida laboral hace treinta y cuatro años. Sin embargo, la reconocida peluquera y empresaria se ha visto obligada a cerrar Redruello, solo para hombres, a los pocos meses de su esperada inauguración. La madre del top model Jon Kortajarena cuenta a DEIA cuáles son los motivos de esta delicada decisión.

¿Por qué decidió abrir su negocio en El Corte Inglés?

-Empecé a trabajar en El Corte Inglés con 14 años. En aquella época lavaba cabezas y estos grandes almacenes eran una referencia en Europa. Estaba aprendiendo el trabajo que después se convertiría en mi modo de vida. Cuando me fui de El Corte siempre tuve la intención de volver, porque era una época que recordaba con muchísimo cariño. Una vez que me sentí preparada y, después de formarme durante unos años a cuenta ajena, monté mi propio negocio en el Casco Viejo. Y después de ejercer mi profesión durante 17 años en Redruello peluqueros, decidí dar un paso adelante.

¿Hizo un estudio de mercado antes de embarcarse en un proyecto de tal envergadura?

-Por supuesto, aunque cuando abrimos la Barbería Redruello nos dimos cuenta de que el número de personas que entraban a la planta de El Corte Inglés, donde nos encontrábamos, se alejaba de los datos que el centro comercial nos había ofrecido. Realicé una inversión en base a esa previsión de mercado, por eso me siento desilusionada, pero no lo veo como un fracaso. Gracias a Dios tengo una clientela muy fiel, que me ha seguido en esta nueva aventura, pero el volumen de negocio no podía sostenerse sin clientes nuevos. Supongo que la época dorada que yo recordaba de estos grandes almacenes, pasó a la historia y, además, los hábitos de consumo han cambiado.

¿Cómo surgió su peluquería masculina?

-Una vez que aceptaron el concepto de peluquería que les propuse, monté el salón, creé el concepto, adapté el diseño de interiores al espacio, compré el mobiliario más sofisticado del mercado y preparé a un gran equipo de profesionales. Gestioné todo el negocio, en definitiva. Cuando ya tuve el espacio y la infraestructura organizada, abrimos la persiana. Pagábamos una mensualidad, a lo que tenía que añadir un tanto por ciento de lo que facturaba.

¿Era Redruello, solo para hombres un espacio excesivamente sofisticado?

-No era un espacio excesivamente sofisticado, pero tenía una decoración vanguardista y con personalidad y dábamos un trato exquisito a nuestros clientes. Un nuevo concepto de peluquería en Bilbao, aunque ajustado al carácter de nuestra tierra. La gente que ha venido se ha sentido a gusto y de eso me siento muy orgullosa. Los negocios son negocios y van y vienen, pero que tus clientes se vayan contentos es el verdadero éxito de mi trabajo. Además, todos mis clientes son igual de importantes para mí y no hago distinciones con nadie. A todos les trato con el mismo cariño y nunca he utilizado la fama de las personas que me visitan para promocionarme. Tampoco los precios eran exagerados, porque nunca he buscado dispararlos. La diferencia entre mi corte de pelo y el de Kunen, la anterior peluquería de El Corte Inglés, era de solo 2 euros.

¿Por qué mantuvo abierta la peluquería del Casco Viejo?

-En la peluquería de la calle La Torre he estado durante 17 años y continúo en la actualidad por varias razones. Porque en el Casco Viejo atiendo a mujeres, aunque también a hombres y, además, porque no quise arriesgar cuando vi que los números no salían.

¿En qué situación se encuentra en la actualidad?

-Me he ido tranquila, sabiendo que he hecho las cosas bien, aunque el negocio no haya funcionado como esperaba. Mis clientes siguen conmigo y mi peluquería de la calle La Torre sigue funcionando muy bien. Me he ido sin ninguna deuda y he dejado a los empleados liquidados, por finalización de contrato. Ha sido una pena, pero cuento con mi equipo para el futuro, porque han hecho un gran trabajo y es el mejor que he tenido nunca. He cerrado una puerta y he aprendido mucho. Ahora miro al futuro con optimismo. Soy una luchadora y siempre he salido adelante.

¿Y qué le pide al nuevo año?

-Lo he pasado mal porque he hecho una gran inversión, pero ahora toca empezar de nuevo y eso siempre es bonito. Año nuevo, vida nueva. Lo que más me importa es que la profesionalidad y la imagen de Redruello Peluqueros no se haya visto afectada y eso es algo que creo que hemos conseguido. Seguiremos trabajando duro para mantener el listón bien alto.

¿Es cierto que su hijo se ha disgustado, como han dicho algunos medios?

-(Risas) ¡Para nada! Mi hijo me apoya siempre. Él me está animando más que nadie para que monte otra peluquería y la verdad es que no lo descarto en un futuro próximo, aunque la próxima estará en una lonja a pie de calle, (risas).