El sueño de Aste Nagusia revive en el Teatro Arriaga
El documental, presentado ayer, recoge el comienzo de las fiestas de la villa
BILBAO. El sueño de Aste Nagusia ya es una realidad en forma de documental. Ayer, el Teatro Arriaga de Bilbao acogió la emisión de Amets Nagusia, el sueño se convirtió en fiesta, un filme producido y dirigido por Bilboko Konpartsak que recoge los inicios de las fiestas que se han ido evolucionando y que hoy inundan de buen ambiente los rincones de la capital vizcaina. Entre los asistentes al evento estuvieron presentes las txupineras y pregoneros históricos, miembros de la comisión mixta de fiestas y más de 500 konpartsakides de las 29 comparsas que en este momento configuran la federación de comparsas. “Desde Bilboko Konpartsak hemos querido recuperar la memoria histórica de aquella época, haciendo un viaje a las raíces de una Aste Nagusia que surgió del movimiento popular”, destacan Mercè Cortina-Oriol y Fernando García Regidor, comparseros que han asumido las labores de dirección del documental. En este sentido, según se recoge en los créditos de este trabajo, hubo una época, aunque parezca increíble, en la que no había Aste Nagusia; un tiempo en que Bilbao en agosto era un lugar inhóspito, “una villa desierta y fantasmagórica de la que todo el que podía escapaba sin mirar atrás”, recoge el filme. Y es que la larga dictadura de Franco se encargó de extender y de cubrir de un manto gris todos los aspectos del a vida ciudadana, y por supuesto, también afecto al festivo. Sin embargo, tras la dictadura todo fue cambiando. El agosto de 1978 fue diferente y el gris fue tomando otras tonalidades más coloristas. Según recoge el documental, los bilbainos decidieron que había llegado el momento de repintar la realidad. En este trabajo cinematográfico cuentan la historia de aquellos peculiares inicios de la Aste Nagusia que hoy conocemos. Además, según explican los creadores del mismo, con este trabajo quieren “homenajear a todas las personas que, con su entrega desisteresada, demostraron cómo desde la participación ciudadana y la autogestión, sin necesidad de ninguna autoridad, una sociedad es capaz de hacer cosas maravillosas”.