Bilbao - Los intentos para impulsar los espacios consagrados a la hostelería en el mercado de La Ribera trascienden a los gastrobares. Conscientes de que se trata de una zona de difícil dinamismo, hace dos años los responsables de Last Tour International -promotora conocida por ser responsable del festival Bilbao BBK Live- tomaron las riendas de la parte baja del edificio, donde abrieron un local con vistas a la ría que pretendía abarcar la franja de servicio de toda la jornada, desde el desayuno, pasando por las comidas de mediodía y terminando con las cenas y las copas de la noche. Pero, aun así, no parece que se cubrieran las expectativas.

Por ello, el pasado 25 de agosto, el jazz-bar que comparte nombre con el edificio diseñado por el arquitecto Pedro de Ispizua transformó su terraza exterior con una estructura cubierta con el aspecto de cubo de cristal. “La idea es tener un espacio serio con vistas a la ría que no sea susceptible a las inclemencias meteorológicas. Con la instalación que había hasta ahora -una sombrilla con aspecto de vela de barco- no se podía estar: si llovía la gente se mojaba y si hacía sol el calor era insoportable. Es una estructura que se amolda al tiempo”, afirma Carol Medina, encargada del jazz-bar.

con una pequeña barra Tal y como explica, la terraza está habilitada para ochenta personas y alberga alrededor de quince mesas. “Tiene una pequeña barra, en la que se ofrece un servicio de coctelería”, expone Medina, quien, sin embargo, aclara que la terraza depende “absolutamente” del bar, por lo que no puede considerarse un local aparte “en ningún caso”.

“La inversión ha sido importante, pero la acogida está siendo buena. No hay un sitio parecido en Bilbao”, afirma Carol Medina sobre el espacio acristalado que pretenden que sea un nuevo atractivo para acercar clientes al jazz-bar La Ribera además de generar flujo de gente al mercado, donde los gastrobares cuentan con su propia terraza, en el primer piso del edificio.